REGADÍOS SISTEMAS MODERNOS
Agua contra la despoblación
El Segrià Sud es un riego de apoyo que se estrenó hace 18 años y asegura la producción de los olivos y los almendros en una zona a expensas de las escasas lluvias
Ha evitado el éxodo de leridanos y permitido asentar a nuevos payeses en Almatret, Llardecans, Torrebesses, Maials y Seròs
El Segrià Sud es un claro exponente de lo que ha supuesto aplicar modernos sistemas de regadío que han transformado miles de hectáreas tradicionalmente de secano dedicadas al cultivo del olivo y el almendro. El agua ha cambiado el paisaje y garantizado la producción de un alimento tan preciado como el aceite, ya que los árboles no están a expensas de si llueve o no. Ha sido posible gracias a la presurización mediante goteo en cientos de plantaciones. Ahora el Segrià Sud también permite introducir otras variedades como la cereza o la fruta temprana, por ejemplo.
El proyecto del Segrià Sud se remonta a 1998 y las obras comenzaron en 2002. La toma, como el Garrigues Sud, la tiene en el Ebro, en concreto en la cola del pantano de Riba-roja en Almatret. Riega 6.200 hectáreas de este municipio, Llardecans, Seròs, Torrebesses y Maials y queda pendiente la ampliación de su superficie a 2.500 hectáreas más que no será posible incluir hasta que la Confederación Hidrogràfica del Ebro (CHE) redacte un nuevo plan de cuenca en el que se definan los nuevos riegos a partir de 2027.
El pasado año la comunidad aparcó esta posibilidad hasta un nuevo dictamen de la CHE debido a la grave sequía de 2023. En la actualidad, tiene una dotación de apoyo de 2.000 metros cúbicos por hectárea y año. En 2006 comenzaron a regar las primeras fincas y en 2014 se finalizó la primera fase. Tiene 5 balsas de regulación: dos en Llardecans, 2 en Seròs y una en Almatret.Una de las principales preocupaciones de este sistema es abaratar el coste eléctrico del bombeo de agua. Con este fin ya ha abordado la construcción de plantas solares. De hecho ya tiene dos en funcionamiento en Seròs, se ha licitado otra en Llardecans por más de medio millón de euros y está en proyecto otra valorada en unos 2 millones. Está previsto instalarlas de forma progresiva en las balsas del sistema de regadío aunque, por el momento, la intención es construir cuatro plantas solares con las que espera ahorrar hasta un 30% en facturas de la luz, ya que la captación para elevar el agua desde el Ebro hasta las balsas aún precisará de bombeos conectados a la red eléctrica. Según el presidente, Joan Sabaté, el riego ha permitido evitar la despoblación y atraer a nuevos payeses que garantizan el relevo generacional.
“Opté por ser payés porque en la oficina me ahogaba, no era feliz”
Josep Maria Jové tiene 40 años y desde hace más de 5 se dedica a la agricultura. Su familia trabaja en el campo y cultiva fincas en el Segrià Sud desde que comenzó a regar en 2006. Él no siempre ha sido payés. “Yo era contable en una oficina pero un día me di cuenta de que no era feliz, que aquel empleo me ahogaba y no podía seguir así. Así que lo dejé y me hice agricultor”, asegura. “Trabajamos una extensión de unas 50 hectáreas de olivos y almendros con riego de apoyo, algunas son de nuestra propiedad pero la mayoría arrendadas. También tenemos fincas en el Segarra-Garrigues. En el Segrià Sud tenemos olivos y almendros y su creación ha supuesto un antes y un después en la supervivencia de los olivos, antes expuestos a si llovía o no. Si no fuera por el riego toda esta zona estaría yerma y abandonada. Sin embargo, el riego ha permitido que muchos otros jóvenes se dediquen al campo, el verdadero motor de la economía”. La cosecha de aceitunas la lleva íntegramente a la Cooperativa de Maials, donde Jové reside. “Durante estos años de sequía el precio ha sido alto aunque bajará al competir de nuevo con plantaciones de secano”, indicó.