LA VALL DE BOÍ
La Vall de Boí amplía un año el veto a nuevos pisos turísticos y ultima un censo de viviendas
Paso previo a una nueva normativa propia para adaptarse a la ley actual, que limita las licencias a diez por cada 100 habitantes
Actualmente cuenta con 420, lo que le obligaría a reducirlas en un 73%
Fachada del ayuntamiento de La Vall de Boí, en Barruera.
El ayuntamiento de La Vall de Boí ha prorrogado un año la moratoria para la concesión de nuevas licencias para vivienda de uso turístico (HUT). Trabaja ahora en un nuevo plan urbanístico que recoja expresamente sus posibilidades de acoger este tipo de viviendas, después de que el Govern lo incluyera el pasado noviembre en la lista de pueblos y ciudades con problemas de acceso a la vivienda, al tener el municipio más de 5 HUTs por cada 100 habitantes.
La alcaldesa, Sònia Bruguera, explicó que el consistorio lleva ahora a cabo un censo con los usos de todas las viviendas de la zona y que incluye tanto las habituales como aquellas en desuso, segundas residencias y HUTs. Es el paso previo a la elaboración de una nueva normativa que regule estos últimos, con el fin de dar respuesta a la falta de vivienda y adaptar su situación al decreto que aprobó el Govern de ERC, que vetó la concesión de nuevas licencias en zonas tensionadas hasta que adaptasen su planeamiento urbanístico, al mismo tiempo que limitaba a diez apartamentos por cada 100 habitantes los que podían acoger. Está por ver si el nuevo Executiu del PSC suavizará el texto, ya que en su día pactó junto a ERC varias enmiendas como la supresión del límite de diez alojamientos por cada 100 vecinos.
En el caso de que el texto siga intacto, La Vall de Boí se vería obligada a reducir en un 73% el número de licencias para viviendas de usos turísticos. Actualmente cuenta con 420 HUTs, lo que supone una concentración de 37 por cada 100 habitantes, una cifra muy superior a la permitida por el decreto en vigor. Según recoge el decreto, los nuevos pisos que se quieran instalar en el municipio tendrán que pedir una licencia urbanística municipal y una autorización turística, que serán vigentes durante cinco años y renovables.
En cuanto a las licencias ya existentes, los titulares dispondrán de cinco años, a contar desde la entrada en vigor del decreto, en pedir la nueva, mientras que podrán pedir una prórroga de otros cinco años más si acreditan que no pueden compensar las pérdidas patrimoniales que les comporte perderlas.
Ante la proliferación de estos alojamientos, varios ayuntamientos de Lleida han aprobado normas para limitarlos. Vielha fue pionero y también lo han hecho Rialp, Talarn o Àger, mientras que otros como La Pobla de Segur trabajan en ordenanzas para regularlos tal y como avanzó SEGRE.
El municipio con más concentración de segundas residencias
Las segundas residencias representan un 11% de los 3,9 millones de viviendas de Catalunya, según datos del Instituto Nacional de Estadística del 2023, que clasifica su uso en función de su consumo eléctrico al no existir un censo oficial. En La Vall de Boí, la concentración se dispara más del triple: casi la mitad de las viviendas de la zona son de este tipo. En concreto, un 45% de los pisos y de las casas, lo que lo convierte en el municipio con más de 1.000 habitantes de Catalunya con mayor concentración de estas viviendas, por delante de otras zonas turísticas como Cambrils (26%) o Naut Aran (24%). Encabeza también el ranking estatal de oferta hotelera, según un estudio del Consejo General de Economistas, con una densidad de 40,29 hoteles por cada mil habitantes. Es también el sexto con mayor número de bares y restaurantes, con 33 por cada 1.000 habitantes, un ranking que lidera Naut Aran (44,27 por cada mil).
