LLEIDA
Las víctimas mortales en las carreteras de Ponent bajan de 97 a 22 en 25 años
Alcohol y drogas, chóferes sin carnet y el exceso de velocidad, principales problemas
La siniestralidad ha cambiado en 25 años en las carreteras de Ponent, con una caída de las víctimas mortales de 97 a 22 mientras que se disparan los accidentes por fauna salvaje. Las preocupaciones de los Mossos d'Esquadra para seguir reduciendo este número son alcohol y drogas, los chóferes sin carnet, el exceso de velocidad y el uso del móvil.
El objetivo es la siniestralidad cero. No se ha conseguido. Pero las cifras demuestran que los fallecidos en siniestros viarios se han reducido drásticamente en las últimas décadas. Es el balance que se hace desde el Área Regional de Tráfico de los Mossos d’Esquadra en Ponent, que este año celebran el 25 aniversario de su despliegue en las comarcas del llano. Un periodo en el que las víctimas mortales en estas carreteras han pasado de 97 en 1999 a las 22 de 2023. Las principales preocupaciones para seguir reduciendo este número, además de los accidentes causados por animales (ver desgloses), son el consumo de alcohol y drogas al volante, los conductores sin carnet, el exceso de velocidad y las distracciones.
El inspector y jefe de la unidad en Ponent, Damià Larriba, señala que “antes te ibas de un accidente mortal a otro. Era algo que se entendía como normal pero por suerte esto ha cambiado gracias a la mejora en las infraestructuras y en los vehículos. Sin embargo, aún tenemos 25 fallecidos en carretera, personas que tenían una vida por delante y si hay alguna responsabilidad, se debe afrontar”.
Con la principal misión de atender y acompañar a las víctimas y hacerlo cada vez mejor, la unidad ha experimentado importantes cambios en estas dos décadas. Desde el uso de la tecnología para mejorar su labor diaria, la investigación de los siniestros y la reducción de la siniestralidad. En el acto de celebración de su aniversario, la unidad anunció una prueba piloto en Ponent para detectar infracciones con drones, mientras que ya se han implementado el uso del lector digital de tacógrafos de camiones y el refuerzo en la investigación de la siniestralidad para saber dónde actuar. El consumo de alcohol y drogas, este último cada vez más habitual, así como los conductores que circulan pese a no tener carnet y el exceso de velocidad son las principales preocupaciones en las carreteras en cuanto a la siniestralidad. También las distracciones, sobre todo por el uso del móvil. “Hay gente que conduce sin ser consciente de que no está en las debidas condiciones para hacerlo”, señala Larriba.
En cuanto a las carreteras, el inspector asegura que la liberación de los peajes sacó tráfico de la A-2, aunque sin reducir la movilidad en esta vía, que es considerada segura junto a la AP-2. Entre las más conflictivas y con mayor siniestralidad señala las no desdobladas. Esto ha llevado a incrementar los controles en carreteras locales y secundarias para disuadir a los “fitipaldis”, con récord de denuncias por exceso de velocidad en 2022 con más de 54.000.
En la prevención, Larriba destaca el trabajo que se hace con los otros servicios de emergencias y las charlas a colectivos como los trabajadores y los transportistas. “Un tercio de las denuncias que hay en Catalunya relacionadas con transporte, básicamente mercancías, se ponen en Ponent”, explica.
En cuanto a la educación, considera que los jóvenes están más concienciados acerca de la movilidad segura. Sobre las acciones para reducir la siniestralidad, Larriba defiende que a nivel policial es imprescindible el estudio de los siniestros para conocer sus causas y el estado de las carreteras para saber qué medidas implementar. “Los radares móviles los ponemos tras estudiar la siniestralidad y lo hacemos para evitar víctimas, es decir, para proteger a los conductores y a los usuarios de la vía. Porque la pasión que ponemos todos los efectivos policiales solo tiene una única motivación: reducir la lesividad y proteger a los ciudadanos”, defiende.
A principios de año, la unidad de Tráfico incorporó 18 agentes y actualmente ya cuenta con 143 en Ponent. “Hemos notado un cambio tras la creación en 2023 de una comisaría general de movilidad, además de que tenemos una región policial muy alineada con tráfico”, asegura el inspector. El objetivo es tener agentes cada vez más especializados en cada materia para mejorar el trabajo e incorporar más material técnico así como poder contar con más espacio.
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