Ponen en funcionamiento un nuevo radar de tramo en la A-2 entre Lleida y Barcelona
En la zona del túnel del Bruc
El Servicio Catalán de Tráfico (SCT), conjuntamente con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, ha puesto en funcionamiento un nuevo radar de tramo en la A-2, en la zona del túnel de Bruc en sentido Barcelona. El objetivo es incrementar la seguridad en este punto, reducir la velocidad excesiva y combatir la siniestralidad vial, según el Govern. La instalación de este dispositivo se enmarca en las directrices fijadas en el Plan de seguridad vial (PSV) 2024-2026.
Según el SCT son una herramienta eficaz para alcanzar los objetivos europeos de reducción de las víctimas. Con este radar ya son 242 los puestos de control implantados en la red vial catalana. De estos, 41 son radares de tramo.
El nuevo radar de tramo funcionará entre los puntos kilométricos 563,225 y 570,127 de la A-2 en el Bruc y controlará la velocidad a lo largo de casi siete kilómetros de longitud, en sentido Barcelona. La velocidad máxima permitida en todo el tramo controlado es de 80 km/h, un límite que se ha homogeneizado para aumentar la seguridad vial de un punto que registra una elevada accidentalidad.
La instalación de este cinemómetro coincide con unas obras de reparación de un viaducto de la A-2 por parte del el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que obligan a derivar la circulación de camiones de materias peligrosas por el interior del túnel del Bruc en sentido Barcelona. Según el SCT, el control de la velocidad en estas circunstancias se hace necesario para incrementar la seguridad de este tramo.
¿Cómo funcionan los radares de tramo?
Según el SCT estos sistemas son una herramienta eficaz para reducir la siniestralidad y mejorar la seguridad vial porque evitan frenazos repentinos, cubren de forma efectiva un tramo entero de una vía, se obtienen velocidades más igualadas y uniformes a lo largo de todo el tramo, ocurren elementos disuasivos de gran efectividad sobre el comportamiento de los conductores, y complementan los sistemas de control convencionales, como los radares microondas, de láser y los piezoeléctricos.