VIELHO
Condenan a una familia por coaccionar a una empleada de Aran
Un matrimonio y su hijo que fueron a su casa, la amenazaron por teléfono y la presionaron en su oficina. Multados con 2.700 euros e indemnización de 1.500
El juzgado de Vielha ha condenado a tres miembros de una familia, un matrimonio y su hijo, por coacciones y amenazas a una empleada del Conselh Generau d’Aran debido a un procedimiento administrativo. Concretamente, el juez les impone a cada uno de ellos una multa de 900 euros –al padre como autor de un delito leve de amenazas y a su pareja y al hijo por un delito leve de coacciones-. Es decir, un total de 2.700 euros. Además, deben indemnizar a la afectada con 1.500 euros en concepto de daños y perjuicios. La denunciante, representada por Enric Rubio, de Rubio Advocats, estuvo de baja y tratamiento psicológico debido a las presiones. Además, el Conselh Generau ha presentado una denuncia contra la familia y su abogado (ver desglose).
Los hechos se remontan al junio del año pasado y se produjeron tres episodios entre el 27 y el 30. Concretamente, según la sentencia, se considera acreditado que el hijo del matrimonio acudió al domicilio de la denunciante “con intención de presentar documentación administrativa fuera del horario de oficina, mostrando una actitud coactiva hacia la denunciante, presionando para que se adoptase la decisión administrativa que solicitaba el denunciado”. Además, un día antes, el padre del joven llamó a la afectada donde le habría dicho “me pareces buena chica, pero estás en medio. Las cosas se van a poner mal y no van a acabar bien. No quiero hacerte daño… ya tengo una edad y me da igual dormir en el sofá, en el camión o en prisión”. Dos días después tuvo lugar otra llamada, según el fallo, y la denunciada le dijo “que la cosa estaba muy caliente”. Por último, el día 30, la condenada y su hijo se presentaron en las oficinas del Conselh Generau “permaneciendo casi cinco horas dentro, mostrando una actitud reacia a marcharse, lo que obligó a la denunciante y a sus compañeros de trabajo a refugiarse en una habitación del edificio y a llamar a los Mossos d’Esquadra”.