Indíbil: el muñeco gigante que vigila la autovía A-2 en Sidamon
Descubre la historia y el simbolismo detrás de la emblemática escultura de 15 metros que rinde homenaje a la agricultura y a los trabajadores
Justo en medio de la autovía A-2, a la altura de Sidamon, en el Pla d'Urgell, se alza una figura imponente que capta la atención de todos los conductores que pasan. Se trata del Indíbil, una escultura gigante de 15 metros que se ha convertido en todo un símbolo de este tramo de la autovía en Ponent. ¿Sin embargo, quién es realmente este enigmático personaje?
Indíbil nació de la creatividad y el ingenio de los operarios que trabajaron en la construcción de la autovía A-2. Utilizando materiales sobrantes, como hormigón, tubos y prefabricados, dieron forma a este hombre largo y delgaducho, vestido con la ropa de trabajo de la empresa Copisa (Constructora Pirenaica S. A.), la encargada de las obras. En sus manos, Indíbil sostiene dos piezas de grandes dimensiones que simbolizan unas palas de riego, un claro homenaje a los trabajadores de la obra y al campesinado.
Según explican sus creadores, los ingenieros Lluís Moreno, Mariano Pérez y Lluís Roca, el nombre de Indíbil hace referencia al legendario caudillo ilergeta que, junto con Mandoni, forma parte de la historia de Lleida. De hecho, una escultura de estos dos personajes históricos se encuentra ante el Puente Viejo, en uno de los grandes engaños de la ciudad. Pero eso ya es otra historia...
Origen y construcción
El Indíbil fue construido en Golmés, dónde explicaba recientemente a Lluís Moreno al canal 324 tenía el centro de operaciones durante las obras de la autovía. Con la colaboración de sus compañeros, dieron vida a esta figura única y singular, que desde entonces vigila incansablemente el tráfico del A-2.
Polémica y debate
A lo largo de los años, la presencia del Indíbil en la autovía ha generado un debate entre los que lo consideran un obra bonita y los que no. Algunos, como el cómico Peyu, han bromeado sobre la escultura, mientras que otros, como los responsables de la web Tierralandia, lo han incluido como candidata a ser "La cosa más fea del mundo". Habrá gente a la que le guste. Sea como sea, lo que es innegable es que el Indíbil ya forma parte del imaginario colectivo de Ponent.
Lavado de cara y cambio de look
Recientemente, el Indíbil ha sido sometido a un lavado de cara por parte de la empresa Pinturas Roger, de Tàrrega, encargada del mantenimiento de carreteras. Con 80 kilos de pintura acrílica especial, la escultura ha recuperado su esplendor original. Además, sus pantalones han pasado del verde oscuro al negro, dándole un aire renovado.
¿Un símbolo del proceso independentista?
El año 2018, en plena efervescencia del proceso independentista, la Indíbil apareció con una estelada colgada. Sin embargo, esta acción reivindicativa duró poco, ya que los operarios de mantenimiento de carreteras la retiraron rápidamente. Este hecho puso de manifiesto la relevancia simbólica que ha adquirido la escultura con el paso del tiempo.
En definitiva, Indíbil es mucho más que una simple escultura cerca de la autovía. Es un homenaje a los trabajadores y al campesinado, un símbolo identitario de Ponent y una figura que despierta admiración, curiosidad y, a veces, controversia. Mientras siga vigilando impasible el tráfico del A-2, el enigmático muñeco gigante de Sidamon seguirá siendo objeto de conversación y de interés para todos aquellos que tengan la suerte de cruzarse en su camino.