Àger defiende la tala de pinos en la Col·legiata

La alcaldesa de Àger, Mireia Burgés, declaró ayer en el juzgado número 3 de Balaguer por la denuncia penal que la entidad ecologista Ipcena y la Associació de la Vall d’Àger per a la defensa dels Animals i el Medi Ambient (DAIMA) interpusieron contra el consistorio por una tala de pinos en la zona de la Col·legiata de Sant Pere. Burgués explicó que el consistorio aportó los informes de Cultura, Aigües de Catalunya, Medio Ambiente y Agentes Rurales, que autorizaban la actuación ya que la veintena de pinos de grandes dimensiones suponían un peligro debido a su altura e inclinación y que ello suponía un riesgo de que cayesen encima de la muralla medieval de la colegiata y del depósito de agua. Burgés añadió que “tanto el departamento de Cultura como Aigües de Catalunya habían hecho peticiones para que se hiciera una intervención en la zona, ya que los árboles podían caer sobre la muralla medieval y las raíces estaban dañando las tuberías del sistema de agua”, dijo. Insistió en que los Agentes Rurales no observaron ninguna nidificación de aves en la zona ni que la tala afectara a ninguna especie, tal y como consta en su informe. En cuanto al ámbito urbanístico, Burgés señaló que el espacio “está catalogado como zona verde y sigue siéndolo. Había pinos y ahora habrá otros árboles. Seguirá siendo una zona verde y de ocio para que la gente pueda disfrutarla”. Atribuyó las quejas de un miembro de la asociación Daima a una cuestión personal, ya que fue despedido como trabajador del ayuntamiento “por filtrar a la entidad información sobre la tala de estos árboles”. Las dos entidades denunciantes declararon el martes ante el juez. El secretario de Ipcena, Joan Vázquez, dijo que el consistorio había incurrido en un “supuestodelicto de ordenación del territorio y el urbanismo”.