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Primera charla sobre la riada de Santa Tecla en Guimerà

La 'rubinada' de hace 150 años fue una “anomalía” por su “extensa” afectación. Conciencian sobre los peligros del río

La charla llenó de público ayer el Casal de Guimerà. - LAIA PEDRÓS

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El Casal de Guimerà acogió ayer la primera de las cinco charlas programadas por la Universitat de Lleida (UdL) hasta el próximo martes para conmemorar el 150 aniversario de la rubinada de Santa Tecla del 22 al 23 de septiembre de 1874 que mató a 575 persones en Catalunya, unas 400 en Lleida, siendo el Urgell la comarca más afectada con 293 víctimas mortales y numerosos daños. Carles Balasch, profesor honorario de la UdL, destacó la importancia de esta rubinada porque “el área afectada fue muy extensa, hubo riadas en diferentes cuencas y esto es una anomalía, atmosféricamente es un hecho extraño”. Balasch explicó que llevan 15 años estudiando la rubinada de Santa Tecla de hace 150 años y puso en valor “las más de 60 marcas de la altura a la que llegó el agua detectadas, datos muy valiosos para este trabajo”. En el marco de la charla también se presentó el libro La rovinada de Santa Tecla de 1874: història gràfica de Feliu Izard, que según explicó el autor “pretende complementar gráficamente el libro L’aiguat de Santa Tecla de Josep Iglesies, a la vez que hemos añadido los trabajos científicos elaborados a partir de la riada”.

Por su parte, el alcalde de Guimerà, Salvador Balcells, puso en valor el ciclo de charlas porque “recuerdan un hecho histórico que pretende concienciar sobre los peligros del río tal como dice el refrán: ‘A la orilla del río no hagas el nido’”. Hoy sábado tendrá lugar una conferencia en Agramunt, uno de los municipios que ha impulsado más acciones en los últimos años para prevenir nuevas inundaciones tras la muerte de cuatro mujeres en una residencia de personas mayores en noviembre de 2015. Mañana será el turno de Tàrrega, la localidad más afectada, con una charla en el Museu y un recorrido guiado por las diferentes calles con más daños amenizado por la Associació Guixanet, que en 2015 creó la personaje del Cacauero en recuerdo de Pau Farré, vecino de la ciudad de la época que vendía cacahuetes y que salvó la vida de 45 personas nadando.

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