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Auguran una buena temporada de setas... ...y avisan de un aumento de rescate de 'boletaires'

Los Bombers piden ir al bosque con "condiciones correctas". Desde 2011 el Govern ha reclamado el pago de once rescates en el medio natural considerados imprudentes y ha cobrado siete

Un puesto en un mercado de la seta.Anida Monaguillo / ACN

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Los Bombers prevén un aumento de rescates de buscadores de setas este otoño coincidiendo con una temporada de setas que según los micólogos será superior a la de los últimos cinco años. Lo ha explicado a la ACN Francesc Martínez, oficial de los GRAE, que ha pedido precaución y que la ciudadanía vaya en el bosque "en condiciones correctas". Eso incluye consultar qué tiempo hará antes de salir de casa, llevar ropa y calzado adecuado, un mapa, provisiones y recorrer los caminos. Todo después de que la semana pasada el cuerpo auxiliara a cinco buscadores de setas, una de las cuales murió al sufrir un golpe en la cabeza. Desde 2011 el Govern ha reclamado el pago de once rescates en el medio natural considerados imprudentes -sólo uno afecta a un buscador de setas- y se han cobrado siete.

La temporada de setas ya ha arrancado y desde hace algunas semanas han empezado a aparecer en algunas zonas del territorio como el Ripollès, el norte del Berguedà, la Cerdanya, la Val d'Aran o el Alt Urgell. Se trata de comarcas donde llovió con intensidad durante en agosto y principios de septiembre y que ya han atraído a los primeros buscadores de setas, algunos más expertos y otros menos, que cesto en mano recorren los bosques para buscar níscalos, camagrocs o higróforos, entre otros.

Los Bombers de la Generalitat han asegurado que este escenario supondrá que este otoño podría haber un aumento significativo de los rescates de buscadores de setas en el medio natural. “Si la temporada de setas es buena hay más personas que salen a la montaña a coger, y eso se traduce en más servicios relacionados con este aspecto”, ha señalado Francesc Martínez, oficial de los Bomberos destinado al Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE).

Aunque ha dejado claro que el cuerpo está "preparado" para atender este incremento de actividad y que dispone de los medios necesarios para hacer frente, ha pedido precaución a la hora de salir al bosque: “Es bueno que la gente disfrute de la naturaleza, pero hay que hacerlo en unas condiciones correctas”, ha valorado Martínez, que ha recordado que “el perfil del buscador de setas no es el mismo que el de las personas habituadas a hacer excursiones por la montaña o el bosque”.

En este sentido, ha recordado que hace falta una “preparación previa” antes de salir de casa y que es imprescindible mirar la previsión meteorológica, llevar el equipamiento adecuado, provisiones, mapas y sobre todo recorrer los caminos y no meterse por cualquier sendero: “A veces nos encontramos con que los buscadores de setas huyen de los caminos, no saben exactamente por qué zona irán ni lo explican, y si desaparecen, tampoco tienes idea de donde han dejado el coche”, ha comentado. Estos factores “complican un poco las búsquedas”.

Mayor interés por el medio natural desde la pandemia

El miembro del GRAE ha asegurado que desde la pandemia se ha registrado un incremento significativo de personas que van al bosque y a la montaña, ya sea a pasear, hacer deporte, o disfrutar del entorno en familia. Ha explicado que “al haber más gente pueden producirse más imprudencias”. Aunque ha afirmado que la gente que sale al medio natural no va con intención de tener un accidente fortuito, ha avisado de que en la montaña “siempre hay riesgo” y que la posibilidad de que los ciudadanos puedan tener una necesidad, se pierdan o sufran algún incidente siempre está.

El año 2019 el GRAE hizo 1.440 rescates en el medio natural; el 2020 llevó a cabo 1.651; en el 2021, 1.954; en el 2022, 1.857; en el 2023, 1.921; y hasta el 31 de agosto de este 2024 se han registrado 1.172. En concreto, en lo que llevamos de 2024 se han hecho 783 rescates de montaña; 46 rescates o búsquedas en medio fluvial, 118 en el ámbito marítimo, 190 búsquedas de personas perdidas o desaparecidas, nueve intervenciones de guía de personas desorientadas, 21 acompañamientos de ciudadanos perdidos y cinco rescates en cestos y pozos. La mayoría de las actuaciones que ha hecho el GRAE a lo largo de los años corresponden a rescates de montaña. En total, entre 2019 y 2024 se han contabilizado 6.364. El mes de mayor actividad es agosto.

Más ciclistas accidentados

Si bien es cierto que en términos generales los datos registran una tendencia al alza en todos los ámbitos, Martínez ha manifestado que en los últimos años han crecido mucho los accidentes y avisos relacionados con salidas en bicicleta de montaña. Al mismo tiempo, ha explicado que también se han incrementado aquellos que están vinculados con actividades recreativas aéreas como volar en parapente o ala delta.

De la misma forma, ha indicado que en el ámbito marítimo hay "mucha más emergencia" ahora que antes. “No sólo con respecto a las víctimas mortales, sino porque hay mucha gente moviéndose por el litoral, en las playas, practicando windsurf, saliendo con canoas, kayak o surf de remo”. En estos casos, el cuerpo de Bomberos da apoyo a Salvamento Marítimo, "que es quien tiene las competencias".

Once rescates imprudentes reclamados desde 2011

Aunque la Generalitat no cobra por casi ninguno de los servicios de rescate que se producen en el medio natural, desde el año 2009 existe una normativa específica que regula una serie de supuestos objetivos en que la Dirección General de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos puede exigir el pago de estos operativos de emergencia.

Martínez ha detallado que se trata de episodios en que la persona salvada no llevaba el equipamiento adecuado para la práctica de la actividad que hacía, lo estaba desarrollando en una zona peligrosa expresamente señalizada, o en casos de falsos avisos de rescate.

El coste del rescate que tiene que pagar la persona imprudente se determina en función del número de efectivos y medios que intervengan en la prestación del servicio y del tiempo invertido. Así, los importes son de 43,05 euros por unidad y hora de bomberos, de 55,90 euros por unidad y hora de vehículos y de 3.245,85 euros por unidad y hora de helicópteros.

“De los mil, casi dos mil servicios anuales que hacemos, bien pocos entran dentro de estos supuestos, y por lo tanto, no se hacen más tasas”, ha explicado el miembro del GRAE de los Bomberos que ha apuntado que “de servicios que puedan seguir a rajatabla lo que dice la ley “hay pocos”.

Así, según los Bomberos, desde 2011 el Govern ha reclamado el pago de once rescates considerados imprudentes y hasta ahora el ejecutivo ha cobrado siete. Estos son un rescate a tres personas que en marzo de 2011 intentaron cruzar el río Muga aunque la roquera estaba cerrada con vallas por la crecida del caudal de agua. En este caso, el importe global de la intervención es de 507,82 euros a repartir entre los tres afectados.

Asimismo, se han cobrado el rescate de dos personas en Ribes de Freser el año 2014, cifrado en 838,98 euros a dividir entre dos; el de dos excursionistas en una zona peligrosa de Montserrat el julio de 2018 y que asciende a 2.880,47 euros, también a repartir; otro en que se requirió sin motivos objetivos la intervención de los Bomberos por auxiliar una persona atrapada en el canal izquierdo del río Ebro (366 euros); y uno más que tuvieron lugar en el refugio de Coma de Vaca, en Queralbs, en marzo de 2020, poco después de que entrara en vigor el Estado de alarma. Se vieron implicados dos montañeros y la cifra de la actuación se eleva a 2.736,34 euros.

Pendientes de cobro

Según datos facilitados por los Bomberos de la Generalitat, quedan pendientes de cobro tres rescates. Por una parte el de un buscador de setas en noviembre de 2018, que asciende a 4.983,01 euros y por la otra el falso aviso de rescate de una mujer en un río en Torres de Segre, valorado en 9.866,51 euros. Además, se ha enviado por correo certificado una carta de pago a un ciudadano francés que los Bomberos tuvieron que auxiliar después de tirarse de las rocas en el mar, en el Cap de Creus, en un área en la cual está prohibido acceder y que esta debidamente señalizado con carteles y paneles. El importe de esta actuación asciende a 7.088 euros. El cobro de un operativo para ayudar a un ciclista en Llagostera el año 2020, con un coste de 6.420,20 euros, quedó anulado por estimación del recurso presentado por el afectado

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