LLEIDA
Otra leridana es estafada al ser suplantado su padre por WhatsApp
Los ciberestafadores se hicieron pasar por su progenitor para lograr que les enviara 960 euros por Bizum. Remitieron mensajes a todos los contactos de la víctima
Estela es una leridana que el pasado mayo fue víctima de la estafa de suplantación de cuenta de WhatsApp. En su caso, los estafadores primero hackearon la cuenta de su padre en esta red social tras enviarle un mensaje simulando ser un amigo suyo, al que a su vez, habían suplantado la cuenta anteriormente. “Hola, ¿me puedes hacer un favor”, decía el mensaje, según explica Estela. “A continuación te pedía que reenviaras un código porque él tenía problemas para hacerlo. Yo le dije que no, pero a mi padre le hackearon”, añade. Una vez los ciberestafadores se hicieron con la cuenta, empezaron a enviar mensajes a todos los contactos de la víctima. “Incluso se lo enviaron a personas cuyo número no tenía guardado mi padre en la agenda, pero que sí estaban en grupos de WhatsApp”, relata. Hasta llegar a ella. “Me llegó un mensaje, también a mi marido, con el número y la foto de perfil de mi padre, todo igual. Nos decía que si le podíamos hacer un Bizum, que tenía que hacer un pago y no podía. Nos da un número de teléfono y que en el concepto pusiéramos un nombre, que resultó que era el de mi padre. Le hicimos uno de 490 euros y me contestó ‘gracias, hija’. Entonces nos dijo si podíamos hacer otro de 470 euros, y lo hicimos”, añade. En ese momento empezaron a sospechar y llamaron al padre de Estela, quien les confirmó que él no les había enviado ningún mensaje. “Fuimos a denunciar a Mossos pero me dieron cita previa para tres días después y, cuando fui al banco a ver si podía recuperar el dinero, me dijeron que había sido un Bizum voluntario y que no lo cubrían”, lamenta. “Perdí 930 euros en tres minutos”, remarca.
El ciberestafador también envió el mismo mensaje a otros contactos de su padre y, a los que consiguió suplantar la cuenta, a otros. “Hizo una cadena y tenía acceso a la identidad digital de esta persona para hacer lo que quisiera”, explica Estela. Además, señala que ella no hizo el Bizum de forma voluntaria porque “suplantaron la identidad de mi padre, que para mí, era él quién me lo pedía”. A algunas de las personas que recibieron los mensajes, en caso de que contestaran que no tenían Bizum, los estafadores les ofrecían un número de cuenta para hacer la transferencia. “Están preparados para todo, incluso empezaron a hablar en castellano, como yo hablo con mi madre, y cambiaron el catalán cuando yo empecé a usar esa lengua”. Estela compartió su caso en las redes y en la familia han adoptado medidas de seguridad digital para evitar nuevos fraudes. “Tenemos una palabra clave en los mensajes para que no nos vuelva a pasar”, explica.