Fundació Resilis evita el desahucio de una pensionista comprando su piso en Tàrrega

Los Reyes Magos han llegado con antelación para Teresa Figuera, una vecina de Tàrrega de 67 años, pensionista, con una discapacidad acreditada del 65% y con una fibromialgia crónica: la Fundació Resilis ha conjurado la amenaza de desahucio que desde hace años la atormentaba, y que iba a traduicirse en un desalojo el pasado 24 de septiembre, al comprar el piso en el que vive, situado en el número 21 de la calle Sant Pelegrí de la capital del Urgell y en el que podrá pasar el resto de su vida.

Fuentes de la Fundació Resilis explicaron a SEGRE que su objetivo es que “todas las familias tengan una vivienda digna, por este motivo nos dirigimos básicamente a las familias más vulnerables”. La Fundació Resilis pudo adquirir el piso en el que reside esta vecina de Tàrrega tras contactar con la inmobiliaria Solvia, de Banc Sabadell, que lo había puesto a la venta en internet por 35.200 euros y que les ha ayudado en todos los trámites.

De momento, Teresa Figuera no está pagando ninguna renta porque la adquisición de la vivienda todavía se encuentra en trámite. Una vez se convierta formalmente en la propietaria, la fundación tiene previsto aplicarle una bonificación en el alquiler. Por su parte, Figuera se mostró “muy agradecida” a la fundación y también a la difusión de su caso a través de SEGRE, que posibilitó que la Fundació Resilis conociera su caso.

Este diario explicó el 14 de agosto la situación de Teresa, que se mostraba “desesperada” y “totalmente hundida” después de haber recibido una notificación en la que el juzgado dictaminaba que iba a ser desahuciada del piso de alquiler social en el que vivía. Subsiste con una pensión de 800 euros, y únicamente pedía una vivienda digna, y asequible para sus ingresos, en la que poder vivir con su perro y su gato. 

Fuentes de la fundación explicaron que con acciones como esta “también intentamos reducir la okupación de las viviendas por parte de estas familias”. El caso de Figuera se ha resuelto satisfactoriamente, aunque no es el único problema de vivienda existente en Tàrrega, donde las más de 30 familias que residen como inquilinos en el número 9 de la calle Claravalls temen quedarse sin casa después de que el edificio haya sido adquirido por la Sareb al ejecutar una hipoteca del promotor.