Planas ratifica el compromiso del Estado para modernizar el Canal d'Urgell

El ministro de Agricultura, Luis Planas, ratificó ayer en la Fira de Sant Miquel de Lleida que el Gobierno trabajará para impulsar la modernización del canal d'Urgell, algo que considera una “necesidad” para poder seguir produciendo alimentos ante el actual contexto de cambio climático, con cada vez menos agua y temperaturas más elevadas.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, reafirmó ayer en Lleida la voluntad del Gobierno central de avanzar, de la mano de la Generalitat y la comunidad de regantes, en la modernización del Canal d’Urgell, que suministra agua a casi 70.000 hectáreas de cultivos en las comarcas leridanas. Según afirmó durante su visita a la Fira de Sant Miquel, en la que estuvo acompañado por el conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, y el alcalde de la ciudad, Fèlix Larrosa, impulsar este proyecto no es “solo un deseo, sino una necesidad desde el punto de vista productivo”, ya que teniendo en cuenta el actual contexto de cambio climático, con cada vez menos agua disponible y temperaturas más elevadas, “tenemos que ser capaces de adaptarnos para producir alimentos en cantidad, calidad y a buen precio”. 

Por ese motivo prevé “en un futuro próximo” pactar con Generalitat y regantes un cronograma preciso de las actuaciones y el reparto de la financiación y las actuaciones. La renovación íntegra del canal podría costar unos 1.500 millones de euros, según el proyecto elaborado por los propios regantes. Por el momento, Planas recordó que, como ya avanzó SEGRE, el Estado tiene aprobadas inversiones por valor de 140 millones de euros para ocho actuaciones en infraestructuras de regadíos en Catalunya este año, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Del total, 6 se llevan a cabo en la demarcación de Lleida con un presupuesto conjunto de 105 millones de euros.

Durante su comparecencia, el titular de Agricultura también explicó que el Gobierno se encuentra trabajando en un proyecto de ley para reducir el desperdicio alimentario. La norma, que todavía se encuentra en fase de comisión y que espera que pueda ver la luz antes de que finalice el año, se centrará en la prevención y concienciación sobre la necesidad de no tirar comida. La ley trata de fomentar buenas prácticas desde los productores primarios, en la fase de cosecha y recolección de los alimentos, hasta los consumidores, bien en el hogar o en bares y restaurantes. El ministro explicó que en España se desperdician anualmente unos 1.200 millones de kilos de comida. Asimismo, destacó el empuje de la economía española y reivindicó la contribución del sector agroalimentario a esos datos, destacando su fuerza exportadora.

Antes de su visita a la Fira, Planas se reunió con Ordeig, con quien, además de analizar las próximas inversiones en regadíos, se comprometió a apoyar al sector ganadero en materia de salud animal con más de un millón en ayudas a Catalunya para abordar enfermedades como la lengua azul o la tuberculosis bovina, entre otras. La mitad de esta cantidad se destinará a la compra de vacunas contra la enfermedad de la lengua azul.

«Tenemos que adaptarnos para seguir produciendo alimentos en cantidad, calidad y buen precio»Luis Planas, Ministro de Agricultura