ÀGER
Àger estrena una terapia con caballos para los usuarios de la residencia
Permite estimular a una treintena de personas mayores, que pasan a ser cuidadores
La residencia municipal de Àger recibió ayer una visita sorpresa. Se trata de dos ponis y un caballo de la Hípica Vall d’Àger que se trasladaron a las instalaciones para protagonizar una terapia que permitió a los mayores del centro cambiar su rol y pasar a ser cuidadores. “Una acción que influye de manera muy positiva en la autoestima de los usuarios”, explicó el concejal, Jordi Cortasa.
Una treintena de usuarios pudieron acariciar, peinar e incluso pintar a los equinos durante la jornada, en la que también participaron las familias de los mayores y niños voluntarios de la localidad. Los resultados que se obtienen son una mejoría en la socialización de los mayores, ya que trabajan aspectos como la memoria. “Es increíble la capacidad que tienen los caballos para ayudar a las personas, tanto a nivel físico psíquico y emocional, y muchos de los usuarios han tenido o tuvieron contacto con los caballos en su vida”, explicó Olga, responsable de la hípica.
Cortasa explicó que los abuelos pudieron pintar a los caballos como hacían “los indios” con la ayuda de dibujos y de los niños voluntarios en los que predominó el buen humor y las ganas de pasar un rato con los ancianos. “Han intercambiado experiencias y han tenido la oportunidad de conectar con la naturaleza y los animales”, explicaron. La de ayer fue una de las muchas actividades que se organizan desde el centro, que finalizó con un vermut para todos los asistentes.