Las plantas de biogás en trámite plantean tratar el 60% del purín del porcino de Lleida

Las plantas de biogás que se encuentran en funcionamiento y en trámite en Lleida suman, al menos sobre el papel, capacidad suficiente como para procesar la práctica totalidad del purín que produce el ganado de engorde y casi dos tercios, más del 60%, del que genera todo el sector.

El efecto de los purines en el ciclo del agua lleva años como el principal efecto secundario nocivo de la intensa actividad ganadera, hasta el punto de que la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) estima que dos tercios de las granjas de la cuenca tienen efectos contaminantes directos en los acuíferos, una polución que en Lleida deteriora una de cada cuatro masas de agua junto con los residuos agrícolas y los urbanos.

La producción de biogás como alternativa al gas de origen petrolífero, con el purín como principal materia prima, se abre camino como nueva línea de negocio que hace brotar proyectos a decenas por la mitad sur de Lleida y por la Franja al tiempo que plantea dos propuestas a los ganaderos: reducir el impacto de ese residuo al absorberlo como imput productivo y ofrecer una vía de ingresos que llega a alcanzar, en fase de propuesta, los 10 euros por metro cúbico.

Todo, no obstante, sobre el papel, ya que está pendiente de ser testada la viabilidad y la sostenibilidad, ambiental y económica, del dispositivo de transporte que requieren esas plantas. En cualquier caso, a fecha de hoy se encuentran operativas en la demarcación seis plantas de biogás: la de Tracjusa en Juneda, con capacidad para procesar 100.000 toneladas de purín al año y pendiente de una ampliación para 50.000 más; la de Valoracions Agropecuàries de Miralcamp (110.000), la de Cycle O en Vallfogona (50.000), la de Granja Torre Santa Maria en la misma localidad, y de capacidad similar, la de Ebrogás en Torres de Segre (15.000) y la de PorgaPorcs en Vila-sana (11.000). Suman capacidad para procesar 336.000 toneladas.

Paralelamente, otros siete proyectos en tramitación plantean absorber casi un millón de toneladas: son las plantas de CIP en La Sentiu de Sió (400.000, más 100.000 de otros residuos agroalimentarios), de Naturgy en Torrefarrera (140.000), de Suma en Torregrossa (120.000)la de Vall Companys en Alcarràs (100.000), la de un grupo de ganaderos de esa misma localidad (70.000) y otras dos proyectadas en Térmens (30.000) y Seròs, a las que se suma el complejo de tratamiento de purín de la Cooperativa de Artesa (100.000).

Entre todas suman capacidad para procesar 1,3 millones de toneladas de deyecciones, cuya equivalencia en volumen sería de 1,62 millones de metros cúbicos: eso supone el 95% de la producción de los 1,71 millones de plazas de porcino de engorde de Lleida, al 79,4% de la cabaña si se le unen las 303.000 madres y los verracos y al 63,6% si se le añaden la del los 1,15 de animales de menos de 50 kilos.

El complejo de La Sentiu gestionará un tercio del total

La planta de biogás de Connect Bioenergy, controlada por el fondo de inversión CIP, en La Sentiu de Sió, ofrece casi la tercera parte de la capacidad de procesamiento de purines de las plantas operativas o en trámite en Lleida, con una estimación de 400.000 toneladas anuales, lo que equivale a medio millón de metros cúbicos. Este proyecto, que prevé abastecerse de granjas situadas hasta a 15 km, superó el miércoles el primer escollo de la Comisión de Urbanismo.