Griñó: "¿Cómo trataríamos los purines sin estas infraestructuras?"

“¿Si este tipo de infraestructuras no existieran cómo trataríamos los purines? ¿Cómo dejaríamos de contaminar nuestros suelos y nuestros acuíferos? ¿Continuamos contaminándolos?”, planteó ayer Joan Griñó, propietario del grupo leridano que se ha aliado con la cooperativa GAP para impulsar Nova Tracjusa de Juneda, en respuesta a las organizaciones que el jueves reclamaron una moratoria para ese tipo de instalaciones como paso previo a un debate sobre qué magnitud de su despliegue resulta asumible para el país.

La moratoria fue planteada por Assemblea Pagesa, Pobles Vius, Ipcena y la plataforma contra la ampliación de Tracjusa, que temen que el goteo de proyectos de biogás derive en una burbuja o convierta Lleida y la Franja en “un vertedero”.“Una moratoria es un asunto de carácter legislativo”, dijo, para calificar de “necesaria y estratégicas” las plantas de tratamiento de purines. “No entendemos cómo puede haber grupos que estén en contra de este tipo de infraestructuras, que sirven para solucionar problemas y para generar recursos, que en la naturaleza no nos sobran”, dijo.“El posicionamiento en contra se me hace difícil de entender”, añadió.

Cogeneración de gas para fabricar compost en Saidí

El consejero de Medio Ambinete del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, y el presidente ejecutivo del grupo Griñó, Joan Griñó, inauguraron ayer en Saidí la planta de compostaje de purines y residuos que, quince años después de que el proyecto se pusiera en marcha, va a ser gestionada por Griñó Ecològic. La planta, que tiene capacidad para tratar anualmente 205.000 toneladas de purines, residuos de matadero y desechos agrícolas, opera a partir de un sistema de cogeneración con gas natural que según el proyecto evacuará a la red en torno a 500.000 kw.h al cabo del año. La instalación, que también inyecta en la red de riego del pueblo el excedente de agua que extrae del purin, tiene otras dos potencialidades que, por ahora, van a permanecer en stand-by: la de fabricar biogás, con una estimación de 2,2 millones de m3 al año, y la de ofrecer fertirriego o riego integrado al incluir fertilizantes en el agua que va a los campos.