Tres cuerpos atrapados en la morgue

Los cadáveres de los tres jóvenes vecinos de Binéfar y originarios de Mali que fallecieron en un accidente de tráfico el 11 de agosto llevan dos meses en las cámaras frigoríficas del IMLA (Instituto de Medicina Legal de Aragón) de Zaragoza sin que todavía se haya llevado a cabo su identificación.

La situación de esos cuerpos, sobre la que las familias de los fallecidos llevan semanas sin tener noticias, comienza a ser perentoria, ya que, aunque las familias quieren expatriarlos a su país de origen, las normas sobre custodia de cadáveres contemplan que cuando estos no llegan a ser identificados acaban siendo sepultados en un proceso de “entierro gratuito”, explicaron fuentes judiciales. Estos suelen realizarse en un cementerio cercano a la zona de residencia cuando esta se conoce.

Los cadáveres de los tres jóvenes, que tenían 22, 24 y 29 años, se encuentran en una situación de limbo legal que los expone a un final de ese tipo.El accidente tuvo lugar en torno a las seis de la madrugada del 11 de agosto, cuando el coche en el que viajaban en sentido Lleida se salió de la calzada a la altura del kilómetro 52 de la autovía A-22, en Castejón del Puente, y se incendió.

Tras su levantamiento por orden del juzgado de guardia de Monzón, los cadáveres fueron trasladados a las instalaciones del IMLA, en Zaragoza, para que les fuera practicada la autopsia.

El estado en el que se encontraban los cadáveres como consecuencia del accidente hace necesario recurrir a una prueba de ADN para su identificación oficial, especialmente en dos de los casos.

Los forenses del IMLA tomaron muestras de los tres cuerpos, pero para poder realizar la identificación es necesario el cotejo de esas muestras con otras correspondientes a sus familiares. Y a partir de ahí es donde comienza a abrirse el limbo en el que se encuentran.

Los responsables del Instituto de Medicina Legal de Aragón comunicaron al juzgado de Monzón el resultado de las autopsias y también la necesidad de tomar muestras de ADN a los familiares. Sin embargo a fecha de hoy ni el instructor ni la Guardia Civil han ordenado ni efectuado esas gestiones, según confirmaron fuentes judiciales.“Así, la pelota está en el tejado del juzgado de Monzón y la Guardia Civil”, señalaron las fuentes consultadas por SEGRE. 

A los forenses del IMLA les consta que al menos dos de los fallecidos tienen familiares en la comarca de la Llitera, una circunstancia que, en condiciones normales, debería haber agilizado las identificaciones en los días siguientes al accidente.