LLEIDA
El profesor acusado de abusos en Aran ya fue condenado por otro caso
A un año y medio por forzar a una joven en Gausac, según los Mossos. “Me tocaba y decía que era para corregir la postura con la guitarra”, explica la denunciante
D.R.R., el profesor de guitarra de una academia de música de Vielha –actualmente cerrada– acusado de abusar de una alumna desde los 11 años entre 2015 y 2017, ya fue condenado por forzar a una mujer en Gausac. Así lo explicaron ayer los agentes de los Mossos d’Esquadra que investigaron este último caso, que no fue denunciado hasta agosto de 2021. “Sabíamos quién era porque había otras denuncias de alumnas de la academia y porque había sido condenado a un año y medio de cárcel por la agresión sexual a una chica, mayor de edad, en Gausac”, explicaron al tribunal. Se trata de unos antecedentes no computables para este caso. Asimismo, cabe recordar que, como ya avanzó este periódico, fue absuelto en 2019 de abusos a otra alumna por falta de pruebas.
En el caso juzgado ayer, por el que la Fiscalía y la acusación particular solicitan una condena de seis años de cárcel, la denunciante describió cómo el acusado le hacía supuestamente los tocamientos: “Se acercaba y me tocaba desde la cintura, la espalda y los pechos y decía que era para corregir la posición para tocar la guitarra”. Afirmó que incluso lo hizo por debajo de la ropa. “Me quedaba bloqueada. En alguna ocasión le apartaba las manos”, añadió. La chica no reveló lo que había ocurrido hasta que empezó Bachillerato en Lleida. Fue tras una clase de Filosofía, “Me vino todo de repente y se lo conté a la tutora y a una compañera”, expresó. La docente y la otra alumna explicaron que sufrió un ataque de ansiedad. La profesora también explicó que “tras ello, pasó de ser una alumna que sacaba ochos y nueves a suspender, dejar de venir y repetir curso”. La denunciante ha sido ingresada varias veces en centros de salud mental y se ha intentado quitar la vida varias veces. En este sentido, un especialista psiquiátrico dijo que “presentaba estrés postraumático, con sentimiento de culpa”. Las psicólogas de Justicia también avalaron su relato.
La madre de la denunciante dijo que “mi hija estaba mal y encontré su diario en el que explicaba lo que le había ocurrido. Entró en depresión. Cuando mejoró dijo que quería denunciarlo”.
Por su parte, el acusado, que declaró último y solo respondió a las preguntas de su abogada, explicó que las clases eran individuales pero que se hacían en un aula donde podían entrar alumnos o profesores en cualquier momento y que para enseñar a tocar la guitarra es “necesario corregir la posición de las manos”. Sin embargo, negó haberle tocado los pechos. “Yo tenía mi guitarra delante y ella la suya”, afirmó. La directora de la academia dijo que “las clases se hacían a puerta cerrada”.