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Alertan que las malas prácticas de los buscadores de setas que arrasan los bosques obligaría a regular la actividad

Crece la preocupación entre vecinos y propietarios forestales por el incremento de grupos que "arrasan" el bosque, mientras se debate sobre la necesidad de regular la actividad

La bona temporada boletaire torna a situar la regulació dels bolets en el punt de mira

La buena temporada buscador de setas vuelve a situar la regulación de las setas en el punto de miraACN

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La buena temporada boletaire de este año ha llevado a más gente a los bosques, pero también ha comportado un incremento de las malas praxis y el malestar entre vecinos y propietarios forestales. Se ha detectado un aumento de grupos de recolectores que acceden a fincas privadas para coger setas y después venderles en restaurantes y mercados, una práctica de economía sumergida no regulada y al margen de la ley.

Khalid, un recolector que lleva toda la temporada buscando setas, explica: "Me pagan 5 euros el kilo de camagrocs y, después, ellos los venden a 30 euros o más en el mercado o en los restaurantes. Sin papeles es difícil trabajar y así puedo tener dinero para comer". Como él, hay más gente que se dedica, pero a medida que avanza la temporada y baja el precio de la seta, el margen se reduce significativamente.

En Cataluña, a diferencia de otras comunidades autónomas, todavía no existe una regulación específica para la recogida de setas. Lluís Pallarès, subinspector de los Agentes Rurales, remarca que la Ley Forestal establece la necesidad de permiso de la propiedad para recoger productos forestales en fincas privadas, pero admite que "con los medios de que se dispone ahora mismo, es prácticamente imposible hacer el control y haría falta una regulación que apoye este hecho".

Incremento de la presión en el Berguedà

En el Parque Natural del Cadí-Moixeró, una de las zonas buscadoras de setas por excelencia, se ha notado un incremento de este tipo de recolector. Joan Casòliva, técnico del parque, señala que "es un problema para el propietario porque le arrasan la finca y también para el buscador de setas que va a buscar setas para él porque ya no encuentra nada". La clave para evitar conflictos, según Casòliva, radica en la vigilancia.

Indignación entre propietarios forestales y buscadores de setas

La situación ha generado indignación entre los propietarios forestales, que ven cómo se saca un rendimiento económico de un producto de sus fincas sin que ellos participen. Ramon Enric Pintó, presidente de la asociación de propietarios forestales del Parque Natural del Cadí-Moixeró, lamenta que "el propietario del terreno esté en el margen de todo este negocio" y propone que el dinero recaudado con una eventual regulación se destine a la mejora de las fincas.

Por otra parte, los buscadores de setas también se ven perjudicados por la extracción masiva de setas, ya que a menudo no encuentran nada porque alguien más ya ha "arrasado" el bosque. Por eso, asociaciones como la Peña Buscadora de Setas de Berga, tradicionalmente contrarias a la regulación, ahora ven con buenos ojos la puesta en marcha de limitaciones. Ramon Minoves, miembro de la entidad, sugiere "licencias similares a las que ya existen en el campo de la pesca o la caza" e insiste en que "regular no quiere decir prohibir".

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