COMARCAS
El embalse de San Salvador se consolida como humedal
Su riqueza ornitológica lo sitúa como un foco de atracción para 'pajareros'
“San Salvador está adquiriendo mucho interés porque allí hay muchos avistamientos de aves singulares. Ahora eso es algo que se notifica de forma prácticamente instantánea a travé de apicaciones como Ebird”, explica Luis Tirado, delegado de SEO-Birdlife en Aragón.
Este otoño se cumplen los primeros diez años de funcionamiento del embalse, cuya ejecución permitió descartar la del pantano de Santaliestra, en el Ésera, y que después sería objeto de varias inauguraciones.En esos diez años su lámina de agua se ha mantenido de una manera inusualmente estable pese a las fases de sequía, ya que solo entre el 18 de agosto y el 6 de noviembre del año pasado estuvo más de diez metros por debajo de su nivel máximo (298 metros sobre el nivel del mar).Eso ha estabilizado su ecosistema y lo ha convertido en atractivo para las aves limnícolas, que comen gusanos y larvas del limo de la orilla, mientras la presencia de macrófitos (vegetal) en sus aguas atrae a aves buceadoras como el porrón y la focha y a otras acuáticas como patos, ánades y cormoranes.“Los bioindicadores no van mal”, señala Tirado, que añade a esa lista otros pájaros inusuales hace unos años en la zona como las garzas reales e imperiales, que no llegan a anidar allí por la ausencia de carrizales. “Las aves suelen crear efectos llamada, y no es raro que puedan verse especies como el flamenco o el águila pescadora”, añade.San Salvador, zona de parada de aves migratorias entre África y centroeuropoa, interactúa con otras masas de agua cercanas como El Pas, la laguna de Candasnos, el aiguabarreig del Segre o el río Cinca. No obstante, anota, es previsible un deterioro del ecosistema con el tiempo.