BALAGUER
La Policía libera a ocho mujeres prostituidas y explotadas en un club de Balaguer
Detienen a tres hombres por explotación sexual de las víctimas, de entre 20 y 40 años. Sometidas a condiciones abusivas y degradantes para pagar su 'deuda'
Agentes de la Unidad contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif) de la Policía Nacional de Lleida y de Barcelona han desarticulado una organización que explotaba sexualmente a mujeres en un club de alterne y un piso-prostíbulo, ambos situados en Balaguer. La operación se llevó a cabo el pasado 15 de octubre y se ha liberado a ocho víctimas, todas de nacionalidad colombiana y de entre 20 y 40 años.
A cuatro de ellas se les ha aplicado la condición de testigo protegido, según indicaron fuentes próximas a este diario. En el registro del club de alterne, donde encontraron a las mujeres explotadas, los agentes arrestaron a tres hombres, de nacionalidad española y dos de ellos de origen sudamericano, de entre 35 y 50 años.
Están acusados de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, contra la salud pública, contra la intimidad y propia imagen y de pertenencia a grupo criminal. Tras declarar ante el juzgado en Balaguer, ingresaron en prisión preventiva.
La investigación se inició tras una denuncia a través del Sistema de Atención de Víctimas de Trata de Seres Humanos, en la que una persona afirmaba que conocía a mujeres que habían sido captadas, trasladadas y acogidas en un club de alterne y en un piso-prostíbulo de Balaguer para ser explotadas sexualmente.
Tras varios meses de investigación, el pasado 15 de octubre se llevaron a cabo los registros. En el club de alterne, los agentes encontraron a ocho mujeres. Las víctimas explicaron que los encargados del club las obligaban a trabajar en condiciones abusivas, tratos degradantes, obligándolas a hacer servicios sexuales aún encontrándose indispuestas o enfermas, siendo sometidas a un férreo control.
Para ello, se aprovechaban de su vulnerabilidad y de su irregularidad administrativa, quitándoles los pasaportes. Habían sido captadas en sus países y, tras ser recogidas en el aeropuerto, las llevaban al club o al piso para ser explotadas hasta pagar su deuda. En los registros hallaron 100 gramos de cocaína, 135 pastillas de viagra, marihuana y metanfetaminas, además de 23.550 euros en efectivo.