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Los embalses de Lleida alcanzan su mayor reserva de agua en 7 años

Las recientes lluvias alejan el fantasma de la sequía en la región, pero los expertos insisten en la necesidad de modernizar los regadíos

Imagen de ayer del pantano de L’Albagés, en la cola del Segarra-Garrigues, que almacena cerca de 10 hectómetros cúbicos. - JORDI ECHEVARRIA

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Las cuantiosas precipitaciones registradas en las últimas semanas han permitido a los embalses de los ríos de Lleida alcanzar su mayor volumen de reservas de agua en los últimos siete años, lo que supone un respiro para el sector agrario tras tres años de grave sequía. Sin embargo, los expertos insisten en que la modernización del regadío sigue siendo una prioridad.

Los ocho principales embalses ubicados en los ríos leridanos almacenan actualmente más de 1.189 hectómetros cúbicos. En concreto, los de la cuenca del Segre han visto crecer sus reservas en los últimos cuatro días del 60 al 63% de su capacidad, según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), lo que representa un incremento de más de 28 hectómetros cúbicos. Por su parte, Oliana, en el Segre, ya está al 93% de su capacidad con 78 hm3, mientras que Rialb superaba ayer los 221 hm3 con un 53,77%. ¡Nada menos que 149 hectómetros más que hace un año por estas mismas fechas!

"La última ocasión en que Rialb alcanzó estas cifras a finales de un mes de octubre fue en 2018, cuando llegó a los 336,99 hm3, un 83,51%", explican desde la CHE. Cabe recordar que en abril de 2023 la falta de agua obligó a cerrar el Canal d'Urgell por la sequía, dando agua solo a los árboles frutales. Actualmente, este sistema de regadío cuenta con una reserva del 64%, equivalente a tres turnos, y prevén tener el cuarto antes de fin de año si las lluvias continúan.

La situación es también positiva en otros embalses leridanos: en el Pallaresa, Sant Antoni se encuentra al 71,50% y Terradets supera el 93%, mientras que Camarasa almacenaba ayer 124 hectómetros cúbicos, estando al 76% de su capacidad. En cuanto al Ribagorçana, el pantano de Escales, al 93%, obligó el lunes a la CHE a efectuar maniobras de vaciado para generar espacio ante próximas avenidas; Canelles se sitúa al 40,07% con 276,8 hm3; y Santa Ana, que abastece a Pinyana, Lleida ciudad y una veintena de municipios del Segrià y la Noguera, se encuentra al 59% con casi 142 hm3.

Modernización del regadío, una asignatura pendiente

A pesar del notable incremento de las reservas en los embalses que abastecen los sistemas de riego leridanos, los expertos insisten en la necesidad de seguir apostando por la modernización de los regadíos. "Es fundamental la supresión progresiva del riego a manta que utilizan tanto Pinyana como el Canal d'Urgell", afirman. De hecho, esta última comunidad de regantes, junto con el Segarra-Garrigues, se vieron obligadas a cerrar el riego por falta de reservas el año pasado.

Desde la CHE constatan que los periodos de sequía son cíclicos - antes de la última de 2021 a 2023 ya se registró otra grave falta de precipitaciones de 2006 a 2008 -, por lo que, pese a los buenos niveles actuales de los pantanos, "es preciso mantener estas reservas asegurando agua para nuevas campañas de regadío y de abastecimiento de los municipios".

Las lluvias permiten alejar las restricciones al menos 3 meses

Tras las lluvias, los embalses de las cuencas internas de Catalunya han superado un tercio de su capacidad (29,9%), y los del sistema Ter-Llobregat superan ya este umbral, situándose ayer en el 31,5% de las reservas tras haber ganado 15 hectómetros cúbicos desde el jueves de la semana pasada, justo antes del inicio del episodio de precipitaciones.

En concreto, la Llosa del Cavall y Sant Ponç, en el curso del río Cardener, que abastecen a seis pueblos del Solsonès (Solsona, Navès, Riner, Olius, Clariana de Cardener y Pinós), almacenaban ayer 31,86 hectómetros cúbicos, frente a los 22 hectómetros de hace un año.

"Las últimas lluvias han rebajado la posibilidad de decretar una nueva fase de excepcionalidad, que implicaría nuevas limitaciones de agua a partir de noviembre", apuntan desde el Govern. De hecho, por primera vez en cuatro años se ha conseguido ganar reservas de manera sustancial en otoño. No obstante, desde la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) aseguran que "no se puede dar la sequía por superada" y que la posible entrada en la excepcionalidad "ya no sería este año", alejándose a finales de enero o febrero.

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