LLEIDA
Un descarrilamiento en Guadalajara corta el tráfico de mercancías desde Madrid por Lleida
El incidente impide la circulación de la docena de servicios diarios procedentes de la Meseta y el sur. El siniestro reduce a la mitad el tráfico diario por Ponent hacia los puertos de Tarragona y Barcelona
El descarrilamiento de un tren en Matillas (Guadalajara) mantiene interrumpido desde poco después de las seis de la mañana de ayer el tráfico ferroviario de mercancías por Lleida desde Madrid.
El accidente conlleva que hasta que se restablezca la normalidad dejarán de circular por Lleida en torno a la mitad de los trenes de mercancías que transitan por esa vía, lo que supone entre doce y quince diarios procedentes de la mitad sur del Estado y que en su mayoría tienen como destino los puertos de Barceolona y de Tarragona.El resto hasta completar los algo más de 200 que cada semana circulan por Lleida, un tráfico que incluye los procedentes de Zaragoza, de puertos del Cantábrico como Bilbao y de las fábricas de automóviles de Pamplona (Seat) y Valladolid (Renault), mantienen sus circulaciones, lo mismo que ocurre con los que acarrean maíz y soja desde Barcelona y Tarragona hacia el este y canales de cerdo y ternero hacia el oeste.El incidente, registrado cuando a las 6.20 horas del jueves se salieron de los raíles tres vagones de un convoy de mercancías, obligó a Renfe y Adif a interrumpir el tráfico entre Madrid y Zaragoza por la vía convencional. Esa interrupción también afecta a las dos circulaciones diarias de trenes regionales de pasajeros, una en cada sentido, entre Lleida y Madrid. No obstante, a mediodía las compañías ferroviarias habilitaron transbordos entre Jadraque y Sigüenza que permitió mantener el tránsito de los trenes de pasajeros. El accidente también afectó a uno de los trenes que comunican Madrid con Tarragona por Caspe, cuyos usuarios acabaron cubriendo en autobús na parte del trayecto antes de transbordar a otro convoy.
Al cierre de esta edición se mantenía el corte de la circulación en Matillas, sin que hubiera una previsión para restablecerlo.Los trabajos para poder despejar la vía en la localidad alcarreña incluían dificultades extra como que en el descarrilamiento se hubieran roto los ejes de varios vagones, lo que complica su movimiento, y la necesidad de mover otros cargados con cisternas de mercancías peligrosas.
Renfe y Adif se encuentran con otra dificultad a la hora de intentar gestionar el tráfico de mercancías afectado por el descarrilamiento como es la práctica imposibilidad de desviar los trenes por los itinerarios de Levante ante los desperfectos causados por la DANA.