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LES BORGES

Crimen de Les Borges: “Lo pinchó, cayó redondo al suelo y le salían las tripas, fue muy duro”

Un testigo del crimen de Les Borges Blanques explica lo que vio. Los familiares del acusado afirman que la víctima les amenazó de muerte y que tenían miedo

J.G.G. se enfrenta a una condena de hasta 25 años de prisión por asesinato. - AMADO FORROLLA

Lleida

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Un testigo que presenció el crimen del 9 de octubre de 2022 en Les Borges Blanques declaró ayer en la Audiencia de Lleida que vio cómo el acusado, J.G.G., atacó con un cuchillo jamonero de 36 centímetros de hoja a la víctima, Karol Mrizo. “Vi como lo pinchó. Cayó (el fallecido) redondo al suelo y se le salían las tripas, fue muy duro”, afirmó. Este vecino de la capital de Les Garrigues fue la persona que trasladó con su coche a Karol Mrizo al CAP. Posteriormente, la víctima fue trasladada en ambulancia al Arnau de Vilanova, donde acabó falleciendo. 

Por su parte, la pareja de la víctima afirmó que “solo vi como caía al suelo”. Respecto al motivo de la agresión, explicó que “días antes nos robaron en casa herramientas y una planta de marihuana. Un amigo dijo que sabía quién había sido y mi pareja quedó con ellos para que no nos volvieran a robar”. Se citaron en la zona del cementerio y, poco después, cuando se encontraban en un bar, fue cuando el acusado y sus familiares se presentaron allí. Algo que corroboró el padre del fallecido, que añadió que su hijo no iba armado y que tampoco le había llamado nadie de la otra familia para aclarar la situación.

En cambio, dos hermanos, la madre, el padrastro y un amigo del acusado coincidieron en afirmar que la víctima y su padre les amenazaron de muerte. En cuanto a la agresión, explicaron que fueron estos los que iniciaron la disputa. Varios de ellos explicaron que solo observaron cómo la víctima caía desplomada al suelo pero no lo que había ocurrido. No obstante, algunos admitieron que vieron al acusado con un cuchillo. 

Preguntados sobre por qué huyeron del lugar, todos aseguraron que fue porque tenían miedo a represalias. Uno de los hermanos explicó que “me acusaban de haberle robado dos kilos de marihuana y solo fuimos allí para explicar que nosotros no habíamos sido y para arreglarlo”.

La Fiscalía solicita 20 años de cárcel y la acusación particular, que ejerce el letrado Daniel Ibars, 25 por un delito de asesinato. En cambio, la defensa solicita la absolución por este delito al considerar que el acusado, que reconoció ser el autor de la agresión, actuó en legítima defensa al temer por su vida. El juicio continúa hoy.

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