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La supresión de los aguinaldos abre el debate sobre si son un derecho de los trabajadores

Los laboralistas defienden que se trata de una parte del salario por la que empresas y trabajadores deberían cotizar. En cambio, el Tribunal de Cuentas señala que “la costumbre no es fuente de derecho” en el sector público

Personal de la entidad social Ilersis llevan semanas preparando los lotes que les encargan empresas y, antes, administraciones. - AMADO FORROLLA

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“Las disposiciones de dinero público deben regirse siempre por el principio de legalidad sin que el hecho de que la entrega de las cestas de Navidad fuera un uso habitual en el ayuntamiento (...), pueda convalidar su ilegalidad”, ha dictaminado el Tribunal de Cuentas al condenar al alcalde de Venturada (Madrid) a devolver los 11.710 € que le costaron al consistorio 110 lotes de ibéricos en 2021. Esa resolución ha provocado una supresión en cascada de la previsión de aguinaldos en las administraciones locales y, también, un debate sobre la legalidad de la cesta de Navidad: ¿Es un derecho o una prebenda?

“No es sencillo, porque no está legislado y es un asunto de jurisprudencia”, señala el profesor de Derecho del Trabajo Vicente Lafuente, quien coincide con el abogado laboralista Josep Moragues en que, en cualquier caso, el tratamiento es distinto en el sector privado y en el público.

“La función pública se rige por el interés público, ¿y qué interés público tiene un aguinaldo? Cero, no puede hacerse”, indica Moragues, en línea con el Tribunal de Cuentas.

“El Estatuto de Empleado Público es muy rígido a la hora de no admitir pagos no previstos en los convenios o los acuerdos de personal”, anota Lafuente, quien matiza que “sí se pueden dar aguinaldos, pero hay que hacerlo bien: justificarlo, tramitar el expediente, asignar una partida y tener el aval de los órganos de fiscalización”.

La cosa es distinta en la empresa privada, donde la cesta, si se entrega de manera habitual y a toda la plantilla, “es una retribución en especie, y hay que declararla y cotizar por ella”, explica Moragues. “Cuando una liberalidad del empresario se consolida en el tiempo pasa a integrarse en el salario como condición más beneficiosa o como cláusula contractual tácita, que es como se concoce al derecho adquirido. Y si está en el salario, aun hay menos duda”, apunta Lafuente.

Que sea salario tiene consecuencias: suprimir el aguinaldo es una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, lo que requiere la misma tramitación y justificación que un ERE y da al trabajador derecho al autodespido con indemnización.

“Es una oportunidad que perdemos”: La anulación en cascada de los lotes de Navidad por los principales ayuntamientos y la Diputación impacta en la actividad de las entidades sociales que los elaboran

“Es una oportunidad que perdemos, aunque, como son licitaciones, tampoco habíamos ganado nada”, lamenta Isaac Casanovas, gerente de Ilersis, una de las entidades sociales que están sufriendo sobre una de sus principales líneas de actividad el impacto de la supresión en cascada de las cestas navideñas en las administraciones locales, que está siendo generalizada: dejan de darlos, además de la Paeria de Lleida (23.000 € en 1.700 lotes) y la Diputación (46.000 en 700), Tàrrega (12.500 € en 270 lotes) y Les Borges (4.325 en 87) y tienen la decisión pendiente, con más tendencia al no que aly con cualquier anuncio aplazado a la comunicación a las plantillas, El Pont de Suert, Tremp (4.000 en 100), Balaguer y Vielha. 

Ya no los daban Cervera, La Seu, Mollerussa, Solsona y Sort. También va a dejar de darlos el consell comarcal del Urgell mientras el del Pla medita su decisión. Bellpuig mantendrá la entrega de tarjetas monedero para gastar en el comercio local, y Agramunt se inclina por seguir ofreciendo lotes con productos locales (4.000 en 100). “Llevamos todo el año tratando con proveedores, haciendo catálogos y enviando propuestas”, señala Casanovas, que plantea un pivotaje comercial: “los lotes son algo complicado de recolocar. Con algunos proveedores, la mayoría de ellos de proximidad, tenemos el compromiso de poder devolver género, aunque la intención es ir a visitar empresas para vender”. 

En el mismo sentido se pronuncian desde la Associació Alba de Tàrrega, productora de las galletas El Rosal y que por segundo año lanza la marca Oh!mylot con la bodega y almazara L’Olivera y la tienda gourmet Casa Dalmases. “Perder esa línea supone un impacto potente para las entidades sociales”, señalan. Por su parte, los sindicatos de la Paeria de Lleida lanzaron ayer un comunicado en el que sostienen que la sentencia del Tribunal de Cuentas “no es aplicable a nuestro ayuntamiento, ya que estos lotes se gestionan mediante licitación, de manera clara y pública”.

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