Rosselló se llena de carteles para pedir una escuela nueva

“Nunca nos hacen caso. Hemos visto que tenemos que hacer ruido y unir a todo el pueblo en la reivindicación”, explica Núria Jordana, presidenta del Ampa de la escuela La Rosella, de Rosselló, que ayer participó, junto con otros 80 padres y madres de alumnos, en la pintada de carteles con el lema Escola nova ja que ya cuelgan de muchos balcones del pueblo y que también pueden verse en localizaciones estratégicas de la localidad.

“Hemos hecho muchos, todos con el mismo lema, para que cada familia los cuelgue en sus casas y también para repartir a otras”, señala.

“El ayuntamiento apoya al 200% la reivindicación de las familias para reclamar una nueva escuela”

La reclamación consiste en la construcción de un nuevo edificio escolar que sustituya al actual, que ha quedado obsoleto después de más de seis décadas de uso en las que el municipio prácticamente ha triplicado su población, de los 1.200 vecinos de los años 60 a los 3.200 de hoy.

La escuela acoge ahora a 270 alumnos que, sencillamente, no caben en el edificio original: “Llevamos 16 años con tres módulos de barracones, que eran una solución provisional, porque ya no cabíamos”, explica Jordana, en un centro por el que han pasado varias generaciones de vecinos y en el que antes ya se habilitaron como aulas los pisos de la parte superior, cuyo uso inicial era servir de vivienda a los maestros.

A la falta de espacio, cada año peor por el crecimiento de la población en edad escolar, se le suma la obsolescencia del edificio, especialmente crítica en el aspecto térmico. “Se pasa frío en invierno y mucho calor en verano, y la docena de ventiladores que iba a enviar la Generalitat nunca llegaron. Ahora los tenemos, pero porque los ha pagado el ayuntamiento”, anota.

El consistorio secunda la causa sin dudas: “Los apoyamos al 200%”, señala la concejal Judith Teixiné.