El G10 ofrece 9 proyectos de economía verde en Lleida a inversores por unos 180 millones

El llamado G10, que reúne a instituciones, organizaciones empresariales y sindicales y la UdL, ha creado un grupo de trabajo para impulsar nueve proyectos de economía verde y transformadora que pueden generar una inversión de 176,7 millones de euros y 2.099 empleos, con un valor añadido de 324,6 millones. Se llama LAB4TI (Lleida Advisory Board for Transformative Investments) y los proyectos seleccionados se presentarán en una jornada el próximo día 28. Según trascendió ayer durante la presentación de la jornada, por ahora hay 60 empresas inscritas.

Se trata de ofrecer los proyectos como oportunidad de inversión a entidades públicas y privadas y de ayudar a que superen barreras o bien normativas (sobre todo, urbanísticas) o de financiación, según explicó Teresa Botarges, asesora de la Diputación en Transiciones Sostenibles y Desarrollo Local.

Uno de los proyectos es la creación de un centro de formación profesional, ocupacional y continua en economía verde dada la falta de especialistas en este sector. Botargues puso como ejemplo de respuesta a una demanda actual la reciente celebración de un curso de técnico en plantas de biogás, que organizó la COELL.

Una de las claves del resto de los proyectos que el próximo jueves se pondrán sobre la mesa es el aprovechamiento de materiales orgánicos que ahora se tratan como residuos y el despliegue de las energías renovables. Sobre este último punto, la jornada planteará la creación del Energyhub Cat como una ventana única para el desarrollo de las energías renovables en Lleida en colaboración con L’Energètica de la Generalitat. Botargues explicó que el proyecto contempla el desarrollo de plantas solares de 10 megawatios o menos y el presidente de la Diputación, Joan Talarn, lo desvinculó de macroproyectos que actualmente se impulsan en Lleida para la transformación energética de residuos.

“En todos estos proyectos hay empresas interesadas”, remarcó la técnica. Manifestó que “todos ellos están identificados y definidos hasta cierto punto. Ahora hay que concretarlos y desarrollarlos”, al tiempo que insistió en que “hay empresas en el territorio interesadas” en asumirlos. Al margen del centro de formación profesional y el Energyhub, los proyectos son el despliegue de biopolígonos industriales; la comercialización de créditos climáticos; bioindustria para descarbonizar el sector petroquímico; plantas de escalado preindustrial; tecnología NB-Iot; una “fábrica de fábricas” de tecnología avanzada y un observatorio de “recursos endógenos”.

El proyecto plantea la llamada sandbox como figura para desarrollar biopolígonos en Lleida, ya que la normativa urbanística actual lo dificulta.