CAMARASA
Provocan una crecida controlada en Lleida de 140 m3/segon para llevar sedimentos al Delta
Confederación Hidrográfica del Ebro y Endesa coordinan operaciones en Camarasa y El Grado, elevando caudales y generando curiosidad entre expertos
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en coordinación con Endesa, ha llevado a cabo la primera crecida controlada conjunta en los ríos de Lleida. El objetivo principal de esta operación es movilizar los sedimentos acumulados en los embalses hacia el Delta del Ebro, permitiendo así que los pantanos ganen capacidad de almacenamiento y se renaturalicen los cauces.
Ayer, se abordó el desembalse de Camarasa, en el río Pallaresa, y El Grado, en el río Cinca. La laminación elevó el caudal en la ciudad de Lleida hasta alcanzar los 140 m³ por segundo en la zona de la Mitjana, entre las 20:00 horas y las 2:00 de la madrugada. Se espera que hoy confluyan ambas crecidas en el embalse de Riba-roja con un caudal de 550 m³ por segundo, sin afectar a los cultivos de Massalcoreig que habitualmente se inundan por los aumentos de caudal.
Como medida de precaución, la Policía Urbana cerró los accesos al río Segre en Lleida ciudad e inspeccionó la zona de la Mitjana y la depuradora para garantizar que no hubiera personas en las proximidades del cauce. Además, se prevén desembalses adicionales en Flix y Mequinensa, alcanzando este último los 1.400 m³ el próximo jueves.
Finalidad de la operación
Según explica Rogelio Galván, técnico de planificación de la CHE, la operación tiene varios objetivos clave. En primer lugar, se busca movilizar los sedimentos acumulados en los embalses hacia el Delta del Ebro, una zona de gran importancia ecológica y económica. Esto permitirá que los pantanos ganen capacidad de almacenamiento, algo crucial para la gestión eficiente del agua en la región.
Además, la crecida controlada contribuirá a renaturalizar los cauces de los ríos, eliminando macrófitos y plantas acuáticas que pueden obstaculizar el flujo natural del agua. Esta acción mejorará la calidad del hábitat fluvial y beneficiará a la fauna y flora autóctonas.
Colaboración científica
La operación cuenta con la participación de varias universidades, entre ellas, la Universidad de Lleida (UdL). Expertos y científicos de estas instituciones están colaborando estrechamente con la CHE y Endesa para estudiar y monitorear los efectos de la crecida controlada en los ecosistemas fluviales y deltaicos.
Esta colaboración multidisciplinar permitirá obtener datos valiosos sobre la dinámica de los sedimentos, la respuesta de la biodiversidad y los posibles beneficios a largo plazo de este tipo de acciones. Los resultados de estos estudios serán fundamentales para optimizar futuras operaciones similares y mejorar la gestión integral de las cuencas hidrográficas.
En las últimas décadas, la acumulación de sedimentos en los embalses ha sido un desafío creciente para las autoridades hidrológicas. La retención de estos materiales no solo reduce la capacidad de almacenamiento de los pantanos, sino que también altera la dinámica natural de los ríos aguas abajo. Por ello, las crecidas controladas como la llevada a cabo en Lleida se perfilan como una herramienta prometedora para abordar este problema.