LLEIDA
La primera crecida artificial del Segre en 86 años, de 500 m³/s, llega al Ebro sin daños
El caudal de Camarasa y El Grado genera una avenida de 500 m3/s en el Baix Segre. La maniobra evoca el uso de Camarasa y Tremp como arma de guerra en 1938
La crecida artificial programada en el Segre por la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) mediante sueltas de agua en los embalses de Camarasa (Pallaresa) y El Grado (Cinca) llegó a media tarde de ayer al curso bajo del río con un caudal de algo más de 500 m3/s sin causar desperfectos. “Las avenidas ya han pasado, y no han causado daños, al menos a primera vista, dijo el alcalde de La Granja d’Escarp, Manel Solé.
Las crecidas programadas comenzaron el martes por la mañana con la suelta de 120 m3/s desde Camarasa y de otros 400 m3/s desde El Grado que, tras doce horas de vertido, confluyeron a media tarde de ayer en el Aiguabarreig para ir a parar al embalse de Mequinensa.
Pese a lo aparatoso de la avenida, esta fue netamente inferior a las de carácter natural que generan desbordamientos y avisos de riesgo tanto en el Segre, que pasó por Serós con una punta de 147 m3/s cuando el nivel amarillo se activa pr encima de los 400, como en el Cinca, donde alcanzó los 328 con el umbral de alerta inicial situado en más de 500.
La crecida artificial es, más allá de las generadas en maniobras de laminacion de avenidas, la primera que registra en Segre desde la que provocaron los militares sublevados en el mes de agosto de 1938 para tratar de frenar la ofensiva republicana que dio lugar a la batalla del Ebro, que acabó siendo decisiva para inclinar la guerra civil.
La ofensiva republicana, planificada por el general Rojo, incluía un sistema de puentes apoyados en barcas entre Mequinensa y Amposta para traladar material y víveres que acabó desmantelada por la avenida que los sublevados, aconsejados por un ingeniero de La Canadiense llamado Charles Smith, generaron abriendo las compuertas de Camarasa y de Sant Antoni.
Otra suelta en Mequinensa cierra a partir de hoy los desembalses
Las crecidas artificiales en el Cinca y el Pallaresa han permitido transferir al embalse de Mequinensa cinco Hm3 de Camarasa y otros dieciocho de El Grado, según las estimaciones de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro), que tiene programada para hoy una suelta de 1.400 m3/s durante ocho horas (40 Hm3) hacia el Baix Ebre. El objetivo de estas maniobras hidráulicas consiste en “dotar a los ríos de caudales generadores que garanticen sus ecosistemas” dentro de la Estragegia de Gestión Integral de Sedimentos.