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Endesa, 80 años acompañando el progreso
La energética alcanza las ocho décadas siendo un referente en el sector, con 9.000 trabajadores y 10 millones de clientes y liderando la transición energética hacia un modelo verde y descarbonizado
De abrirse camino para crear un país convaleciente de la posguerra y en los años más convulsos de la Europa del siglo XX construyendo una central térmica en Ponferrada, a liderar el sector energético del Estado, ser segundo operador en Portugal y encabezar la transición energética ante el reto del cambio climático. La historia de Endesa va más allá de los 80 años que la compañía ha cumplido esta semana. Su esencia tiene el origen tanto en aquella energética que creó en 1944 el Instituto Nacional de Energía, como en La Canadiense fundada en 1911, en el Enher de 1946 o en Fecsa, creada en 1951. Todas forman parte hoy de la energética. Por eso celebra efemérides como la visita del rey Alfonso XIII, en julio de 1924, en el estanque Gento, que proveía la central hidroeléctrica de Capdella (la primera en Cataluña).
“Los principales problemas de la industria eléctrica en los años 40 son dos: la falta de energía y que diferentes zonas eléctricas en España están desconectadas y mientras en una zona norte, por ejemplo, hay suficiente energía, en el sur no hay energía, pero como no hay líneas de interconexión, es un problema”, explica Joan Carles Alayo, doctor en Ingeniería Industrial. En cuanto que “el Estado decide entonces crear una empresa nacional para dar energía”.
“La historia de Endesa tiene momentos periodísticamente muy jugosos, como fue la frustrada fusión con Iberdrola. La guerra de opas entre Gas Natural y la alemana E.ON, en que también entró, Acciona, y definitivamente la incorporación del grupo italiano Enel”, afirma Miguel Ángel Noceda, exresponsable de Economía del diario El País y presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España.
En estas ocho décadas, la compañía ha acompañado el progreso y ha liderado la transformación energética de España. La fundada en 1944 y el actual (que sirve 10 millones de clientes y tiene más de 9.000 empleados) comparten la vocación de servicio en el país y se mantienen como uno de los motores de la industria y uno de los principales inversores.
La electrificación, como eje de la transición energética, se acompaña ya de un compromiso social que se expande tanto en la cultura como en la educación y el deporte a través de la Fundación Endesa. Para su presidente, Juan Sánchez-Calero, una palabra define la compañía actual: Endesa es ejemplo.
Lleida, clave para la compañía al concentrar 40 de sus 54 centrales hidroeléctricas
Lleida ha sido desde principios del siglo pasado pionera en la implantación de la energía verde en Cataluña. Lo hizo antes, incluso, que se acuñara el concepto renovable. Si en 1911 llegaron al Pirineo las hidroeléctricas que construirían las primeras centrales (Riegos y Fuerzas del Ebro, de La Canadiense, y Energía Eléctrica de Cataluña), Endesa ha ido heredando a lo largo de once décadas este patrimonio emprendedor.
La compañía tiene actualmente 54 centrales hidroeléctricas en Cataluña y 40 de estas están en Lleida. Son un 74% de las centrales y un 77% de la potencia total instalada en Cataluña, con 79 turbinas repartidas entre los ríos Segre, Noguera Pallaresa, Noguera Ribagorçana y Garona.
Esta tecnología es clave para garantizar el mix eléctrico gracias a su capacidad de almacenamiento a través de las reservas de los pantanos. En paralelo, Endesa colabora con la regulación de caudales para uso doméstico, agrario, industrial y lúdico. Actualmente, todas las centrales de Endesa en Lleida son visitables y en Talarn, Capdella, Tavascan y Camarasa hay espacios musealizados. Además, el teleférico del estanque Gento se cede para uso turístico en verano.
Fechas clave
1914. Precedentes. Energía Eléctrica de Cataluña, que más tarde pasó a La Canadiense, Fecsa y en Endesa, construyó la primera central hidroeléctrica de Cataluña en Capdella.
1944. La creación. El 18 de noviembre, el Instituto Nacional de Industria creó una sociedad para construir una central térmica a Ponferrada (Compostilla) con el fin de paliar la restricción eléctrica de aquellos años. La denominó Empresa Nacional de Electricidad, Endesa.
1946. Enher. El INI constituyó entonces la Empresa Nacional Hidroeléctrica del Ribagorzana (Enher) para el aprovechamiento integral del río en Lleida y Huesca. Dècades después sería absorbida por Endesa.
1970-1983. Expansión. La compañía creció fusionándose con productoras y distribuidoras eléctricas, comprando activos y reforzando la generación. En 1971 se aprobó la fusión con Hidrogalicia; en 1972 el Gobierno le traspasó la minera Calvo Sotelo. Les crisis del petróleo (1973 y 1979) la relanzaron como primera sociedad productora a España por sus activos en térmicas de carbón.
1983-2001. El Grupo. La buena situación financiera de la empresa le permitió comprar las participaciones del INI en empresas como Enher, Gesa o Unelco y entró en Fecsa. En paralelo, inició el camino hacia la economía verde con la eólica.
1998. América. Privatizada desde 1998, en 1999 absorbió empresas como Fecsa o Unelco. También desembarcó con fuerza en Latinoamérica.
2000. Comercialización. En aquellos años se liberalizó el sector eléctrico en España y Endesa creó la primera comercializadora energética del Estado.
2001-2024. Transición. Al margen de los movimientos que han llevado a Enel a detener el 70% de Endesa, actualmente avanza hacia un modelo descarbonizado de generación a través de las renovables, la electrificación y la digitalización.
2040. Cero emisiones. En menos de veinte años, la compañía tiene como objetivo convertirse en la primera eléctrica con cero emisiones, diez años antes que el fijado en los compromisos globales de la COP de París.