Mequinensa adelanta dinero para acabar el geriátrico y amueblarlo

El geriátrico de Mequinensa estará en unas semanas listo para abrir a falta de que el Gobierno de Aragón dé la autorización definitiva, aunque sigue siendo una incógnita bajo qué fórmula operará un equipamiento básico para una comarca en la que más de la quinta parte de la población supera los 65 años (5.114, un 20,5%) aunque apenas la décima parte de estos (541, un 10,6%) reside en ese municipio.

El geriátrico dispone de capacidad para 78 plazas de residentes y otras 39 de centro de día, aunque es probable que no pueda abrir con más de la mitad.

La Comarca del Baix Cinca se niega a aceptar que se trata de un centro de ámbito comarcal y a participar en su gestión, una tarea cuya administración municipal encuentra trabas en apartados como el de personal, ya que la plantilla que requiere el gerátrico, de más de 40 personas, es mayor que la del propio ayuntamiento, y eso conlleva la oposición del ministerio de Hacienda por cuestiones de estabilidad presupuestaria.

En cualquier caso, el geriátrico está prácticamente terminado a falta de que en unas semanas pueda efectuarse la recepción formal de las obras por parte del consistorio, que ha ido adelantando fondos (hasta tres millones de remanente y de créditos) para poder financiar los trabajos: la ejecución, programada para 24 meses y realizada en 18, iba más rápida que la recepción de las ayudas.

Al final, el consistorio, que ha recibido 5,5 millones del Plan Miner, uno de la Diputación de Zaragoza y otro de la DGA desde 2008, asumirá de su bolsillo 1,7 de los nueve millones que habrá costado la residencia, casi dos décadas después de su inicio y con un encarecmiento de 600.000 euros en los materiales.

A esa aportación se le suman los 600.000 euros que costará amueblarla y equiparla, un gasto que efectuará en dos bloques, uno ya licitado y el otro con cargo al presupuesto de 2025.

“Ahora ya se puede pedir el permiso de apertura al Gobierno de Aragón”, señalaron fuentes municipales.