LLEIDA
El Congreso aplaza la solución a la cogeneración del purín
La ley enmendada por Junts no estará vigente al comienzo de 2025. El retraso de la norma expone al Estado a multas de la UE
La planta de cogeneración de Desimpacte de Purins en Alcarràs dejará de recibir las primas por la producción de electricidad el 1 de enero al no entrar en vigor la ley del Mercado de Derechos de Emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero), que Junts enmendó, apoyado por ERC, PNV y PP, para prorrogar dos años esas ayudas y garantizar la gestión de las deyecciones de 85 granjas que generan 100.000 tn de ese desecho al año.
La tramitación de la ley, que traspone una directiva de la UE y cuyo retraso expone al Estado a multas de Bruselas, se ha ralentizado: no hay fecha antes del último pleno del Congreso de 2024, del martes al jueves, para la Comisión de Transición Ecológica de la que debe salir el texto definitivo (a expensas de la sesión plenaria).
Salvo giro de última hora, ya que varias fuentes parlamentarias apuntaban ayer la posibilidad tanto de una convocatoria de urgencia de la comisión como de un pleno extraordinario para cerrar esa ley. Ese rumor corre parejo a los contactos del Gobierno con varios partidos para intentar modificar las mayorías que sacaron adelante dos enmiendas en la ponencia y cambiar la redacción de estas. Una es la que abole el impuesto que grava con un 7% la generación de la electricidad y otra la de la cogeneración para tratar purines.
“Si el Gobierno pone pegas debe aportar soluciones: ¿qué hacemos el día 1 con el purín?”, planteó Isidre Gavín, diputado leridano de Junts y uno de los impulsores de la enmienda. “El tiempo de retraso lo será de pérdidas para los ganaderos, que tendrán más dificultades para remontar”, añadió.
Una de las primeras pistas sobre la posibilidad de que haya, o no, cambios se conocerá el próximo jueves, cuando la diputada de ERC Teresa Jordà le pregunte en la comisión al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, qué opina sobre “la habilitación de una prórroga de dos años de la vida útil” de la planta de Alcarràs y otra de Les Masies de Voltregà para “poder enlazar su actividad con futuras plantas de biometano”.