Rechazo y escepticismo en Lleida ante nuevos peajes en la autopista y autovías

Ayuntamientos y transportistas de Lleida han recibido con rechazo y escepticismo la exigencia de Bruselas de establecer un sistema de pago en las autopistas y autovías de España en un plazo de dos meses (ver SEGRE de ayer). La Comisión Europea reclama incorporar normas comunitarias para que los conductores paguen por usar estas vías rápidas, mientras que el Gobierno español asegura que no prevé de hacerlo.

La secretaria general de la patronal del transporte Asotrans, Sílvia Llobet, valoró que el Gobierno “no está obligado a imponer peajes” y se mostró contraria a que lo haga, puesto que “los transportistas pagamos ya muchos impuestos”. “El transporte pesado siempre está en el punto de mira porque forzosamente tiene que utilizar las carreteras”, dijo.

Por su parte, la alcaldesa de Tàrrega, Alba Pijuan, destacó que el Gobierno estatal ha rechazado que vaya a imponer peajes y dijo que “el hecho de que haya vehículos que contaminan circulando significa que tienen que pagar un impuesto o tasa, pero no un peaje, y hablaban de autopistas, no de autovías”. El primer edil de Les Borges Blanques, Josep Farran, valoró que “antes de establecer peajes habría que ofrecer alternativas reales al uso de las carreteras” tanto en lo que respecta al uso de coches como al transporte de mercancías. Añadió que liberar el peaje de la AP-2 descongestionó la N-240 y redujo drásticamente la siniestralidad, y apuntó que volver a establecer un pago por circular por la autopista podría revertir estas mejoras.