LLEIDA
El veto a la MAT del Pallars abre hueco para renovables con la potencia de una nuclear
Los parques solares y eólicos que Forestalia proyectaba conectar con Isona suman una potencia nominal de 850 MW. Los promotores catalanes llevan tiempo alertando de la poca capacidad de transporte
El veto a la línea eléctrica MAT (Muy Alta Tensión) con la que Forestalia proyectaba llevar hasta la subestación de Isona la electricidad generada en una veintena de parques solares y eólicos de Huesca y Zaragoza va a liberar en ese punto de la red, en el Pallars Jussà, capacidad suficiente para transportar la producción de parques de renovables cuya potencia conjunta (853 MW, miles de kilowatios) se acerca a la de una central nuclear (1.000 MW).
La compañía energética aragonesa disponía de los permisos iniciales para llevar directamente hasta la subestación oscense de Laluenga la producción de seis parques con una potencia nominal de 297 MW y para conducir hasta esta desde las de San Jorge, Almudévar y Valsalada la de otros trece que suman 556,2 más, aunque en varios de ellos la instalación real iba a ser menor.
“La potencia de los parques que había sido asignada para conectarlos a la red quedará liberada”
“Si no se construye esa línea, la potencia de los parques que había sido asignada para conectarlos a la red quedará liberada en las subestaciones”, explicaron fuentes de Redeia, la antigua Red Eléctrica, empresa parapública que gestiona la red de transporte de esa energía en todo el Estado. Esa capacidad podrá ser asignada a otros proyectos de energía renovable.
La baja capacidad de la red de transporte de electricidad en Catalunya viene siendo señalada por promotores y consultores como uno de los puntos críticos del despliegue local de las renovables, ya que deja en el aire la posibilidad de mover su producción.
El veto a la MAT, anunciado por la Generalitat y por el Gobierno central aunque todavía no ha sido oficializado en el BOE, modifica el escenario en un momento en el que Redeia está planificando sus trabajos para lo que queda de década, en este caso con prioridad para el refuerzo de sus líneas actuales, y la Generalitat sigue esperando el informe del Icaen (Institut Català de l’Energia) para determinar el marco del despliegue de las renovables en Catalunya.
Mientras tanto, Redeia trabaja en tres ejes en Lleida: lleva año y medio construyendo la nueva línea de Els Mangraners a L’Espluga y Begues, dispone de la declaración de impacto favorable y está tramitando los permisos de construcción para el tendido de alta tensión (220 kv) de Peñalba al barrio leridano y está finalizando los proyectos para construir una nueva subestación en Adrall para abastecer de luz a Andorra. Las dos primeras coinciden con otro trazado vetado a Forestalia.
Otros proyectos que decaen dejan capacidad libre en la red eléctrica
El proyecto de Forestalia para la gran central solar de La Montsona 2, prevista en Almatret con una potencia de 49,96 MW, ha perdido el punto de conexión a la red eléctrica que tenía asignado en Maials para evacuar la energía de los paneles fotovoltaicos. Se ha quedado sin él al no cumplir el plazo de cuatro años para obtener autorización que establece la normativa. Así consta en una resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) del pasado mes de diciembre, que corrobora que “REE deberá evaluar la capacidad existente y disponible en aquellos nudos en los que se hayan producido caducidades” para incorporar la que queda vacante al decaer proyectos. Esto ha sucedido en los últimos años en varios proyectos planteados en Lleida, que suman 36 molinos de viento y más de 600 hectáreas de paneles solares. Se trata de al menos 8 centrales fotovoltaicas y 2 parques eólicos.