LLEIDA
Campanas fuera de control en Alcarràs
La maquinaria que las acciona se averió y las hizo sonar tres cuartos de hora la noche del sábado hasta que la desconectaron. No habrá más repiques hasta que la reparen en los próximos días
Las campanas de la iglesia de la Mare de Déu de l’Assumpció de Alcarràs sonaron sin orden ni concierto durante unos tres cuartos de hora la noche del sábado. Comenzaron a hacerlo poco después de las 22.00, cuando se averió el dispositivo automático que las acciona de forma programada a lo largo del día, y no pararon hasta que el personal municipal lo desconectó, pasadas las 23.00. Desde entonces el campanario ha quedado en silencio, y no volverá a haber repiques hasta que técnicos acudan a reparar la maquinaria en los próximos días.
Las dos campanas empezaron a sonar al azar en plena noche y, al cabo de un rato, su largo repique empezó a desconcertar a los vecinos. Algunos llamaron a la policía local, al alcalde y a otros miembros del ayuntamiento para tratar de averiguar qué estaba sucediendo. Ante esta situación, el consistorio emitió un bando esa misma noche para informar a la población de que “el sistema que controla las campanas” se había “desprogramado”, que estaban trabajando para solucionarlo y que en breve dejarían de sonar.
Personal del ayuntamiento acudió a la iglesia e intentó sin éxito reparar el dispositivo, hasta que acabaron desistiendo y lo desconectaron para acallar las campanas, a la espera de una solución definitiva. El alcalde, Gerard Companys, explicó que esperan que las campanas vuelvan a sonar con normalidad en los próximos días.
Los repiques de campanas tradicionales han recibido la declaración de patrimonio inmaterial de la Unesco, pero la escasez de campaneros ha hecho que en numerosos municipios los campanarios estén desde hace años automatizados, ya sea con máquinas que accionan las campanas o con grabaciones.
Un patrimonio mundial lastrado por la falta de campaneros
Los repiques tradicionales de campanas recibieron en 2022 la distinción de patrimonio mundial inmaterial de la Unesco, e iniciativas para darlos a conocer como la Trobada de Campaners de Os de Balaguer captan cada año el interés de un numeroso público. Sin embargo, escasean las personas que conocen el antiguo oficio de campanero y la mayoría ellas son de edad avanzada, a pesar de los esfuerzos por captar jóvenes para preservarlo. Desde hace al menos dos décadas, automatismos que hacen sonar las campanas y grabaciones de repiques que se emiten a través de la megafonía municipal mantienen en muchos pueblos este rasgo del paisaje sonoro tradicional.