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Vuelve a nevar en Aran pero la escasez en el resto del Pirineo causa inquietud

Las cabeceras del Segre y los Nogueras, en su peor nivel en cinco años con tres de sequía

La nieve volvió a descargar, aunque con escasa fuerza, este lunes sobre el núcleo de Tredòs. - EDGAR ALDANA

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La nieve volvió a cubrir ayer varias zonas de la Val d’Aran, aunque con escasa intensidad ya que los pluviómetros no llegarona registrar tres litros por metro cuadrado en el Pla de Beret y apenas superaron los 3,5 en Artiès, según datos de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro). En cotas altas se acumularon entre 5 y 8 centímetros de nieve nueva.

La cabecera del Garona está siendo la única del Pirineo de Lleida en la que las precipitaciones invernales están siguiendo en el final del otoño y el comienzo del invierno un patrón similar al de las últimas décadas en frecuencia e intensidad, mientras la situación de escasez de las otras tres, la del Segre y las de los Nogueras, comienza a provocar inquietud.

Las reservas de las tres cabeceras presentan el volumen más escaso de los últimos cinco años, tres de cuyos inviernos, los inciados entre 2021 y 2023, fueron de sequía.

Las mayores nevadas del invierno se han retrasado hasta finales de enero los últimos años, pero su aprovechamiento como reserva hídrica depende de que se hayan consolidado las anteriores y sirvan como solera para que su licuado se pronlongue hasta entrada la primavera. Y hoy por hoy no se acaban de dar las codiciones para que eso ocurra.

Los 10,1 hm de nieve de la cabecera del Ribagorçana y los 37,2 del Pallaresa no llegan a la cuarta parte del promedio del último lustro, ni los 31 del Segre a la tercera del suyo. A esa escasez se le añade un intenso ritmo de fusión, el mayor en cinco años en el Ribagorçana.

Las reservas por encima del 60% y previsiones de mayor sequedad

Ninguna de las cuencas fluviales de Lleida se encuentra ahora mismo en situación de sequía ni de escasez, aunque nada asegura que esa situación no pueda torcerse a medio plazo pese a la elevada acumulación de reservas en los embalses: 806 hm3 útiles en el Segre y el Pallaresa y 749 en el Ribagorçana y el Ésera, por encima del 60% en todos los casos. Sin embargo, el informe con los indicadores de sequía que ayer difundió la CHE advierte de que las previsiones de la Aemet para el invierno extendido (de noviembre a marzo) muestra “una mayor probabilidad de condiciones secas” en la zona norte de la cuenca, mientras que hay un 60% de probabilidades de que las temperaturas sean “más altas significativamente” que la media.

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