Más de mil nacidos en Lleida tienen que pedir la ciudadanía al juez cada año

Un total de 5.773 hijos de padres extranjeros nacidos en Lleida tuvieron que someterse a un procedimiento judicial para poder obtener la nacionalidad española a lo largo de la década que va de 2014 a 2023. Aunque la media anual sea de casi 600, su número va al alza y tanto en 2022 como en 2023 superaron el millar.

Tan grosero resulta el bulo que sostiene que los hijos de extranjeros que nacen en territorio del Estado español adquieren de manera automática la nacionalidad, que para poder disponer de esa ciudadanía más de un millar de leridanos (personas nacidas en Lleida) se ven obligados cada año a acudir a los tribunales y, también, a someterse a un procedimiento administrativo cuya duración supera el año en el mejor de los casos e incluye un examen de conocimientos para valorar su grado de integración.

El volumen de personas que se encuentran en esa situación va creciendo conforme van aumentando las cohortes demográficas de los migrantes de segunda generación, a los que no se aplica el ius soli o derecho de suelo, que es el reconocimiento de la nacionalidad del país en el que se nace: adquieren automáticamente la nacionalidad española si la tiene al menos uno de sus progenitores, si la identidad de estos se desconoce, si uno de ellos nació en territorio del Estado o si ambos son apátridas, pero no por el hecho de nacer en esa tierra.

Los datos del Registro Civil que difunde el INE (Instituto Nacional de Estadística) acotan la magnitud del problema: 1.078 de las 3.060 personas que adquirieron la nacionalidad española en Lleida en 2023 habían nacido en el Estado y, mayoritariamente, en la demarcación, una situación que afectó a 1.252 de 2.756 el año anterior y a 566 de 1.627 y 356 de 1.163 en los dos previos. Hace más de una década, desde 2014, que los nacidos en territorio español son el grupo más numeroso de los que tramitan la nacionalización.

Esa negación del ius soli tiene efectos en el ámbito laboral, al cerrar el acceso al funcionariado; en el ejercicio de los derechos de participación y representación, limitados para los extranjeros, y en otros como la práctica del deporte profesional.

La población de Lleida ya solo crece gracias a la llegada de migrantes

La demarcación de Lleida ya solo gana habitantes gracias a la llegada de migrantes. Únicamente un 58,4% de sus pobladores (263.842) han nacido en la provincia, y dos tercios de estos (177.132) siguen residiendo en el municipio en el que nacieron. Otro 8,9% (40.206) proceden del resto de Catalunya, una cifra ligeramente menor que la de los originarios de otras comunidades (42.730). Estas dos últimas cifras resultan netamente inferiores a la de los 104.929 residentes en la demarcación de Ponent que han nacido en otros países. Ese flujo de casi 105.000 extranjeros, que ya supone el 23,22% del total de habitantes empadronados en los 231 municipios leridanos, arroja un descuadre de 13.144 con los 91.825 vecinos que tienen nacionalidades distintas de la española como consecuencia, precisamente, de los procesos de nacionalización por residencia. Las cifras difundidas por el INE señalan que en los tres últimos años, entre 2021 y 2024, la cifra de los residentes en Lleida que habían nacido en el Estado se redujo en 4.155, mientras que la de los procedentes de otros países se incrementó en 16.694. De ese balance sale el aumento de 12.449 habitantes en un trienio. Más de un tercio de los vecinos de cuatro localidades de Lleida han nacido en otros países: Guissona (3.785, 49,9%), Aitona (911, 35,37%), Alcarràs (3.457, 34,71%) y Les (350, 33,94%), a los que siguen con más del 30% Mollerussa (5.187, 33,08%) y Vielha (1.785 (30,81%). Guissona es la única localidad en la que ya se ha producido el sorpasso en nacionalidades, con un 51,62% de extranjeros. Hay otro dato curioso en el flujo de población: en tres años hay 2.796 leridanos menos, 1.352 catalanes más del resto de provincias y 2.657 ciudadanos menos de otras comunidades.