LLEIDA
El Pirineo solo acumula un tercio de la nieve habitual en estas fechas pese a las nevadas
Las cabeceras de los ríos pirenaicos acumulan 142 hm3 de agua y la media de los últimos 5 años es de 433. El temporal del fin de semana deja lluvias escasas y la cota nivosa se queda en los 1.500 metros
El Pirineo acumula un déficit de cerca de 300 hm3 de nieve después de que, entrado el mes de enero, las cumbres acumulen una tercera parte de las reservas que serían normales en estas fechas, que son las que marca el promedio de los últimos cinco años, en los que ha habido tres de sequía.
Tras un fin de semana en el que las precipitaciones apenas han superado el rango de cinco a diez l/m², únicamente se produjeron en la Val d’Aran y el norte del Pallars Sobirà y solo tuvieron forma de nieve por encima de los 1.500 metros de altitud, según explicaron fuentes de Aemet, la situación de las reservas nivales apenas ha variado.
Las fuertes rachas obligaron a las estaciones a cerrar parte de sus instalaciones
Según los datos de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro), las cabeceras de los tres grandes ríos leridanos acumulan menos de 90 hm3 de agua en forma de nieve: 12 en el Ribagorçana, 42 en el Pallaresa y 33 en el Segre, cuando lo normal sería que sumaran 324, a razón de 52, 60 y 112, respectivamente. Y a ese déficit de casi 240 se le añade el de más de 50 del Garona, cuyo tramo incial acumula 56 hm3 en unas fechas en las que solía tener 109.
¿Eso significa que Lleida está volviendo a una fase de sequía? No, al menos en cuanto a escasez, ya que el agua embalsada se acerca a los 400 hm3 en el Segre, supera los 300 en el Pallaresa y ronda los 670 en el Ribagorçana. Pero sí activan las alarmas ante la evidencia de que el régimen de precipitaciones está cambiando tanto en cantidad, a la baja, como en cadencia, con una reducción de las precipitaciones desde el invierno al verano y un incremento en otoño. Algunos trabajos de la CHE estiman que se van a perder “entre 30 y 49 días menos de nieve a partir de 1.500 metros”.
Sus últimos informes advierten de que el clima de montaña “ha ido perdiendo superficie hasta quedar relegado a las zonas más altas de los Pirineos”, al mismo tiempo que “el único clima polar” de la cuenca, que “se localizaba en las cimas más altas del Pirineo” se considera desaparecido “completamente a partir del 1981-2010”. La isoterma de 0º, la que marca la frontera de la nieve perenne, lleva ya varios años por encima de los 3.000 metros.
Fin de semana de intermitencias en las estaciones de esquí
Las estaciones de esquí del Pirineo de Lleida recibieron a más de 10.000 visitantes en un fin de semana en el que las nevadas y los fuertes vientos obligaron a mantener cerradas parte de sus instalaciones durante la trade del sábado y la mañana del domingo.
Las tres estaciones que opera FGC (Ferrocarrils de la Generalitat) en el Pirineo de Lleida (PortAiné, Espot y Boí Taüll) recibieron a más de 7.000 visitantes, un volumen que consideraron positivo, incluso mayor del previsto, ante el cuadro meteorológico y por tratarse, tradicionalmente, de uno de los fines de semana de menor afluencia a las pistas por tratarse del primero de la cuesta de enero.
En el resto de los complejos invernales de esquí alpino, Port del Comte en el Solsonès y Baqueira Beret en la Val d’Aran y el Pallars Sobirà, la situación fue similar después de una campaña navideña cuyos resultados fueron calificados como “positivos” de manera generalizada.
Port Ainé recibió este fin de semana 1.492 esquiadores y SuperEspot, 692. Ambas estaciones cerraron las zonas altas en torno a la una del mediodía del sábado por el fuerte viento. La segunda reabrió por completo sus instalaciones a media mañana de ayer.
Boí Taüll registró el sábado una afluencia de más de 2.500 visitantes, un flujo que se redujo ayer por la meteorología.
La estación de l’Alta Ribagorça ofrecía ayer tras cintas transportadoras y dos telesillas, que en alguna fase del día operaron con cierta dificultad por el fuerte viento. Tenía abiertas quince pistas que sumaban 19 kilómetros esquiables.
La oferta de Espot alcanzaba las trece pistas, que sumaban un total de 27 kilómetros esquiables, mientras PortAiné tenía operativos catorce trazados con 20 km.
La oferta de Baqueira Beret era de 73 pistas y 102 kilómetros practicables.