Fraga construye dos de cada tres casas en zona inundable

Dos tercios de las viviendas que se han edificado en Fraga en el último medio siglo, desde la década de los 70, se encuentran en zona inundable, según indica el cruce de los datos de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) con los del Catastro.

El dato resulta relevante cuando el ayuntamiento acaba de activar su proyecto estrella de la legislatura, el plan Cinca Revive, financiado con fondos europeos, coordinado por la Fundación Biodiversidad (del Gobierno central) y que pretende blindar la ciudad frente a las riadas de cien años de retorno.

El PP de la DPH amagó hace unos días con una moción que reclamaba paralizar el Cinca Revive por sus riesgos

Algunas zonas del casco urbano estaban expuestas a las crecidas de 50, admitió en Radio Fraga el arquitecto municipal, Daniel Jones, quien explicó que “todo lo que sea dar más espacio al río quiere decir que cuando pase el agua se reducirá tanto la cota como la velocidad”.

Jones, que explicó las líneas básicas del proyecto, consistentes en desplazar los diques o motas entre cien y 150 metros hacia la orilla del Cinca en los dos kilómetros de su tramo urbano y en naturalizar la zona devuelta al río con choperas y bosque de ribera para frenar la velocidad del agua, insistió en que el blindaje resultará operativo para la riada de cien años.

En esa franja protegida están 2.416 de las 4.459 viviendas construidas en los últimos 50 años en Fraga, a las que se añaden 647 en la zona de retorno de 500 años. Suman 3.063, que son el 68,6% del total.

Sin embargo, lo que el Reglamento del Dominio Público Hidráulico considera zona inundable es la de retorno de 500 años, que abarca la práctica totalidad del casco urbano de la capital fragatina (es la suma de las dos franjas de la imagen que ilustra esta información).

Otra cosa es que la efectividad del Cinca Revive vaya a llegar finalmente a la riada de 100 años tras caerse del proyecto una de las piezas principales como era el muro de contención de Velilla de Cinca.

“No firmo ni firmaré nada que no beneficie a Velilla”, señala su alcaldesa, Belén Ibarz. “El muro parte la huerta, y ¿dónde se va a quedar el agua si se trata de pararla para que no llegue a Fraga?”, plantea.

El posicionamiento de Velilla, gobernado por TúAragón, tiene relación directa con las maniobras realizadas por el PP a finales de la pasada legislatura para tumbar el proyecto de la pasarela que iba a conectar ese pueblo con Saidí, y que iba a evitar los desplazamientos de 23 km que ahora, por falta de puentes entre Alcolea y Fraga, deben realizar los vecinos de las dos localidades.

El PP de la Diputación de Huesca amagó hace unos días con una moción, presentada y retirada, en la que reclamaba al Gobierno que “reconsidere” obras como el Cinca Revive porque “de llevarse a efecto, pueden suponer riesgos considerables a la población”.