Proyectan cubrir tramos del puerto de la Bonaigua con tres galerías para esquivar aludes
La Generalitat plantea una inversión de quince millones en cinco años en la C-28
La Generalitat invertirá en cinco años hasta 15 millones de euros en mejorar la seguridad del puerto de la Bonaigua (C-28) y evitar los cierres en invierno por nieve o, principalmente, riesgo de aludes. Cuando la carretera de la Bonaigua ha cumplido un siglo, el ejecutivo catalán prevé construir galerías en los puntos con más riesgo de aludes.
La Generalitat prevé invertir en un máximo de cinco años quince millones de euros para reforzar la seguridad de la carretera de la Bonaigua y evitar que los aludes afecten a la circulación, con lo que recortará el riesgo de cierre de la carretera. El acceso se inauguró hace un siglo y fue entonces la primera conexión digna de este nombre entre la Val d’Aran y el resto de Catalunya y el Estado. Uno de los principales proyectos dentro de este plan de inversión es la construcción de hasta tres galerias, dos en la recta de Ruda (Naut Aran) y una más en Comials, en la zona del Gerber (Alt Àneu).
Si bien la conselleria de Territorio desconoce aún la longitud que sumarán las galerías, se incluyen en tres proyectos cuya inversión prevista supera los once millones de euros, según fuentes del propio departamento. Hace casi cuatro años, Territorio impulsó una inversión de 2,1 millones en la misma C-28 entre Baqueira y Ruda que implicó la instalación de una visera de 120 metros de longitud. Las galerías que cubrirán varios tramos de la carretera deben permitir que los aludes no queden sobre la calzada ni afecten a los vehículos y facilitar el paso de la nieve ladera abajo hacia el río. Para definir su instalación, la conselleria ha llevado a cabo un estudio sobre alternativas de protección ante la caída de aludes que ha posibilitado identificar los sectores con más riesgo de avalanchas y priorizar las soluciones para la protección de la vía.
Esto ha derivado a su vez en la concreción del plan de inversiones de 15 millones, que además de la construcción de galerías implica la instalación de sistemas para provocar aludes de forma controlada. Se trata del mecanismo conocido como Gazex, usado en las pistas de esquí, o una tecnología similar con la que se provocan explosiones en remoto para que caiga la nieve acumulada en las laderas. Según fuentes de la conselleria, este sistema se instalará en tres puntos del Cap del Port a lo largo de este año y la inversión prevista es de 2,5 millones de euros. El primer proyecto para la instalacón de un sistema de detonación está en fase de redacción. A ello se sumará otro millón para colocar elementos de contención de la nieve como estructuras de madera (trespeus) o la preservación de masa forestal que actúe como freno.
Días de cierre a la baja
Desde la inauguración de la carretera de la Bonaigua (actual C-28), hace poco más de un siglo, se han sucedido las inversiones para tratar de evitar el cierre del puerto en invierno. Si en 1924 se daba por hecho que el acceso de Aran al Pallars solo era hábil seis meses al año, en las últimas tres campañas invernales (de 2000 a 2023) la Bonaigua ha cerrado 20 días, más otros cuatro este invierno. Menos de un 10% de las horas de cierre se deben a la nieve ya que la gran mayoría responden al riesgo de aludes, que calculan la Generalitat y el centro de Aludes (Lauegi) del Conselh Generau de Aran. La carretera registra actualmente una media de 1.200 vehículos diarios en el tramo del puerto, si bien a la altura de Betren la cifra se eleva por encima de los 9.000 vehículos diarios.
Aran reclama obras en Baqueira y el Pallars, en Sorpe
Alcaldes a ambos lados del puerto de la Bonaigua, como el de Naut Aran, César Ruiz-Canela, aplauden las inversiones llevadas a cabo en los últimos años en la conectividad de esta vía pero inciden en que deben continuar. La construcción de un túnel para salvar el paso no es una prioridad y mientras en Aran se incide en reformar el tramo de Vielha a Baqueira, donde en temporada de esquí es suceden las colas de entrada y salida de la estación, en el Pallars lo más inmediato es la construcción del tramo pendiente de 1,5 kilómetros a la altura de Sorpe.
La Síndica de Aran, Maria Vergés, avanzó que la Generalitat se ha comprometido a retomar el estudio de alternativas para mejorar el tramo aranés hasta el complejo de esquí y apuntó a la construcción de un tercer carril reversible, que en verano se convertiría en una vía verde, como una de las mejores opciones. También reclamó las “inversiones que el Pirineo no tiene desde hace años” en materia de infraestructuras. Por su parte, la alcaldesa de Alt Àneu, Laura Tristan, explicó que la reforma de la C-28 en Sorpe está desencallada y en fase de estudio informativo. La Generalitat analizó tres opciones, incluida la construcción de un túnel, pero parece decantarse por la construcción de un voladizo.