CERVERA / PLANS DE SIÓ
Los vecinos de El Canós, en contra de una gran planta de biometano
Las instalaciones se ubicarían a tan solo dos kilómetros de la población, justo al lado de la única carretera que da acceso al núcleo. Creen que esto supondría la “destrucción del pueblo”
Los vecinos de El Canós están en contra de la planta de biometano proyectada entre Cervera y Els Plans de Sió, prevista a tan solo dos kilómetros de este núcleo de población. La empresa Greening Biomethane IV SL, con sede en Granada, es la promotora de este proyecto, que plantea obtener biometano y compost a partir de residuos agroganaderos y prevé tratar 142.000 toneladas de residuos al año (como avanzó SEGRE el 10 de enero).
La presidenta de la Associació de Veïns, Ainhoa Álava, considera que la puesta en marcha de esta planta supondría la “destrucción del pueblo” por el impacto económico, ecológico y paisajístico que podría tener. Temen que las instalaciones generen malos olores, ruido, contaminación y un tráfico constante de camiones de purines.
Desde hace unos años, la actividad económica de El Canós se ha especializado en el turismo rural, con empresas dedicadas al turismo deportivo o alojamientos turísticos, y es un núcleo de segundas residencias. Habitualmente viven unas 36 personas, pero los fines de semana o en verano pueden llegar a 120. “Si construyen esta planta la vida aquí será imposible, ¿quién querrá venir? (...) Es un negocio para unos cuantos y la destrucción total para nosotros”, lamentó Gemma Ventura, vecina de la localidad.
Los vecinos critican que la planta se ubique justo al lado de la única vía asfaltada que va hacía El Canós desde la carretera L-303. “Es por donde pasamos cada día”, explica Gemma.
Pero más allá de las molestias que pueda ocasionar a los residentes, también están preocupados por el impacto ambiental. Según Maria José Codina, de la entidad vecinal, las fincas se encuentran dentro de la IBA 142 Secans de Lleida, una área importante para la conservación de las aves y la biodiversidad, una zona esteparia donde puede haber aves en peligro de extinción como el sisón común. “Y aunque no estén dentro de la zona zepa, están a un kilómetro del espacio natural de Els Plans de Sió”, expone Maria José.
Los vecinos lamentan que desde las administraciones no se les tenga en cuenta y no les proporcionen información sobre el proyecto. Por este motivo, quieren adherirse a la Plataforma Pobles Vius, que quiere frenar la implantación de las macrocentrales de biogás previstas en La Sentiu de Sió y Linyola.
La planta de biometano también quedaría muy cerca de otros núcleos de población: está prevista a 1,5 kilómetros de la Cardosa y de Montcortès de Segarra, a 1,8 del Aranyó y a 1,9 de Cervera.
El alcalde de Els Plans de Sió, Xavier Pintó, entiende la preocupación de los vecinos, pero señala que “tenemos que esperar a tener más información para saber qué impacto puede tener y saber realmente lo que se quiere hacer”. Lo que tienen claro desde el consistorio es que no quieren que en la planta se puedan procesar los diferentes tipos de residuos previstos en las instalaciones de Nova Tracjusa en Juneda. Temen también que la actividad, que se desarrollará en dos fincas de Cervera y dos de Els Plans de Sió, pueda deteriorar la carretera municipal que va hacía El Canós. “El mantenimiento lo tendremos que hacer nosotros”, dijo Pintó.
Según el edil, el proyecto está gestionado desde la Generalitat y la tramitación se llevará desde el ayuntamiento de Cervera. Los vecinos del Canós tienen previsto reunirse hoy con el alcalde de Cervera, Jan Pomés.
Desde el departamento de Territorio de la Generalitat explican que están iniciando la primera fase del trámite ambiental del proyecto, que incluye la recogida de informes de organismos sectoriales y la participación ciudadana. Cuando se concluya, quedaría pendiente toda la tramitación urbanística, la elaboración de la declaración ambiental estratégica hasta que el plan sea aprobado finalmente, si es el caso, por la Comissió de Territori de Catalunya.
En la Segarra no hay ninguna otra instalación de esta tipología. En Tarroja de Segarra, Nortiben también quiere construir una planta de biogás que trataría 200.000 toneladas anuales de residuos ganaderos.