BARCELONA
Ratificado el veto a que los reclusos asesinos trabajen en la cocina
La secretaria de Medidas Penales dice que priorizan la seguridad en los centros. Ve “adecuada” la respuesta al bloqueo de prisiones por parte de funcionarios
La secretaria de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima, Elena Pérez, compareció ayer en la Comisión de Justicia del Parlament para informar sobre la investigación interna abierta a raíz de las protestas de funcionarios de prisiones que bloquearon algunas cárceles como Ponent tras el asesinato de una cocinera a manos de un interno en la cárcel tarraconense de Mas d’Enric, la situación de las contenciones mecánicas y los suicidios. Sobre el primer aspecto, afirmó que “fue la más adecuada a las circunstancias”. En este sentido, ratificó que las personas internas con delitos de sangre no tendrán destinos laborales en espacios de riesgo como las cocinas. Cabe recordar que, tras el cambio de Govern, la conselleria aprobó en septiembre una circular prohibiéndolo. Lo hizo después de que SEGRE destapara que el Centre Penitenciari Ponent había destinado de nuevo a la cocina a un recluso condenado por asesinato. Según Pérez, la circular “introduce cambios respecto a normativas anteriores, con el objetivo de mejorar los requisitos para acceder a puestos de trabajo considerados de especial riesgo para la seguridad de los centros”. La norma establece unos requisitos comunes para todos los puestos de trabajo, diferenciando unos específicos adicionales para aquellos considerados de especial riesgo para la seguridad, como cocinas, carpinterías u otros espacios que impliquen el uso de herramientas específicas. También anunció que en los próximos meses se valorará el impacto de la circular para adoptar las medidas necesarias, priorizando la seguridad de los centros.
Por otra parte, la secretaria de Medidas Penales, lamentó que el riesgo de suicidio crece entre un 6 o 7% entre internos comparado con la ciudadanía en general. “Somos muy conscientes de que la problemática del suicidio es una lacra de carácter social, pero no solo en prisiones, desgraciadamente en toda la sociedad”, dijo, pero aseguró que la tasa es más elevada entre la población interna por su situación. Entre 2014 y 2016 se registraron 7 suicidios en prisiones catalanas; 8, en 2017; 9, en 2018; 7, en 2019; 11, en 2020 y en 2021; 14, en 2022; 6, en 2023, y 11, en 2024”. Han activado un plan de choque.