Un pueblo de Lleida hace un llamamiento para salvar la escuela: pide a familias empadronarse a cambio de un piso de alquiler social
Se trata de una vivienda con tres habitaciones, comedor, cocina y baño, por 186 euros al mes
![Imatge d'arxiu d'un carrer de Maldà.](https://imagenes.segre.com/files/image_media_main_mobile/files/fp/uploads/2025/02/07/67a5ebe7cd3b1.r_d.595-907-3312.jpeg)
Imatge d'arxiu d'un carrer de Maldà.
La escuela Maldanell de Maldà está en peligro de cierre por falta de alumnos a partir de septiembre. El ayuntamiento rechaza perder este importante servicio para el pueblo y ahora hace un llamamiento para que familias con hijos en edad escolar se instalen en el municipio e inscriban a los niños en la escuela. En este sentido, el consistorio ofrece un piso de alquiler social (al precio de 186 euros mensuales más gastos) a una familia con un mínimo de dos hijos de entre 3 y 10 años. Como requisitos indispensables, la familia tiene que comprometerse a que el piso de Maldà sea su primera residencia y a matricular a sus hijos en el colegio.
El piso dispone de tres habitaciones, una cocina equipada, un baño completo y un comedor. Los interesados pueden contactar con el consistorio llamando al teléfono 973330045 o enviando un correo electrónico a regidoriesmalda@gmail. com. Desde Repoblem, una iniciativa que se lleva a cabo a través de las redes sociales y que pretende dar la vuelta a la curva de despoblación de la Catalunya rural, han compartido el llamamiento del ayuntamiento de Maldà. El colegio cuenta este curso con un total de cinco alumnos, tres de los cuales están en sexto de Primaria y el año que viene dejarán el centro para ir al instituto, por lo que quedarán dos. Por ahora, el próximo curso está previsto que se incorpore un nuevo alumno de modo que serían tres únicamente. El ayuntamiento cuenta con dos pisos municipales en la Casa del Metge. Además, tiene sobre la mesa un proyecto para habilitar otros dos pisos para destinarlos a alquiler social en un inmueble que adquirió en la calle del Sol. La iniciativa se enmarca en una prueba piloto de la Generalitat para movilizar viviendas en zonas rurales.