GUISSONA
Un espacio de arte transformador
Cal Santacreu es un taller de creación del programa Art Singular que impulsa el talento de personas con discapacidad. Obras elaboradas allí se expondrán en el Museu de Montserrat
Cal Santacreu en Guissona se ha convertido en un laboratorio de creación e inclusión social. Es uno de los centros de creación del programa Art Singular de la Fundació Santacreu, que pretende “dar visibilidad a artistas con discapacidad, trastorno mental y personas en riesgo de exclusión”, explica la directora de la iniciativa, Eva Calatayud. El espacio, que se inauguró en 2020, está gestionado por la Associació Alba.
Para Calatayud, “el arte les permite ser libres, expresarse y les da autonomía”. En los talleres de arte que se imparten en Guissona también participan personas del Centre Ocupacional l’Espígol de Cervera y de l’Associació Alba de Tàrrega, y colaboran con entidades de Guissona y la Segarra.
Desde la Associació Alba entienden el arte como una herramienta de inclusión y transformación social
Patricia Plaza, responsable de arte del programa Art Singular de Alba en Cal Santacreu, explica que, por lo general, las personas con discapacidad “tienen menos tabúes y no se autocensuran (...) aquí la libertad es total, no se dice que un dibujo esté bien o esté mal”.
La Fundació ha conseguido exponer las obras de los artistas en museos, galerías, universidades y otros espacios. Hoy inaugurará la exposición Ulls, nas i boca en el Museu de Montserrat, una recopilación de obras de diferentes entidades sociales que participan en el programa Art Singular. La muestra contará con una de las obras de Alba Oliva, de Sant Guim de la Plana. “Alba tiene un control de los colores espectacular. Cuando se pone a pintar, solo pinta, está ahí dentro”, explica Plaza. Según Calatayud, “trabajamos para que se entienda la discapacidad de otra manera, mostrando su potencial como artistas”.
Para Plaza, “el arte es terapéutico para todos, pero a ellos les da un punto de dignidad enorme, ya que como creadores no se les tiene en cuenta (...) cuando ven sus piezas expuestas en algún sitio público se sienten muy orgullosos, sienten que lo que hacen merece la pena”.
Las obras creadas por los artistas del centro de Guissona también se pueden ver en distintas estancias del nuevo espacio comunitario La Bassa de Sant Martí de Maldà, de la Associació Alba, que se inauguró la semana pasada. La residencia de la Fundació bonÀrea de Guissona, que se puso en marcha el pasado verano, también cuenta con una colección de 240 obras de 23 artistas de Art Singular de toda Catalunya en las habitaciones de los residentes.
Desde sus inicios, en la Associació Alba han trabajado la vertiente artística de las personas que acompañan. Pero quieren impulsar aún más la cultura y el arte de forma comunitaria con talleres abiertos a toda la ciudadanía. Entienden el arte como una herramienta de inclusión y transformación social.