FAUNA
Investigan si el lobo ha vuelto a atacar ganado en el Pirineo de Lleida
Tras hallar 4 ovejas muertas en Castell de Mur. Después de una primera predación indemnizada en diciembre en Boumort
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Imagen de archivo de un lobo en Alins en 2021. - PARC NATURAL DE L’ALT PIRINEU
Los Agentes Rurales investigan si el lobo ha vuelto a atacar a rebaños en el Pallars Jussà, a raíz de la muerte de cuatro ovejas el pasado fin de semana en el municipio de Castell de Mur. El pasado lunes se llevó a cabo la necropsia de los animales y no se descarta que este depredador sea el causante de los daños.
Esta investigación llega después de que, el pasado mes de diciembre, la Generalitat pagase la primera compensación en esta comarca por el ataque de un lobo. Fue por ataques a dos rebaños en la reserva de Boumort, que el Govern indemnizó pese a no reconocerlos de forma oficial (como avanzó SEGRE el 22 de diciembre).
La investigación sigue en marcha en Castell de Mur, donde el ayuntamiento y vecinos están a la espera de conocer las conclusiones. Entre tanto, la Generalitat ha puesto en marcha un protocolo de comunicación y Agentes Rurales han comenzado a avisar a los responsables de explotaciones ganaderas de la zona de la posible presencia del lobo para que tomen precauciones y eviten daños. Miembros de este cuerpo de la Generalitat llevarán a cabo visitas para valorar la vulnerabilidad de cada explotación ante predaciones, asesorar a los ganaderos sobre cómo proteger sus animales y explicarles cómo llevarán a cabo el seguimiento en la zona para determinar la presencia o no del lobo.
En marzo de 2022, un ganadero de La Torre de Capdella denunció un ataque del lobo a sus ovejas en este municipio del Pallars Jussà. Afirmó que el depredador mordió a uno de sus animales en el cuello, pero logró ahuyentarlo antes de que lo matara. En los últimos cuatro años se han avistado también ejemplares solitarios de forma esporádica en Aran, el Alt Urgell, el Solsonès, la Alta Ribagorça y el Pallars Sobirà.
Se estima que hay media docena de ejemplares en Catalunya y, hasta ahora, eran todos machos separados de sus manadas, lo que hacía imposible la creación de nuevas colonias. Sin embargo, a finales del año pasado se detectó la primera hembra en el Alt Empordà.