La disponibilidad de agua ya está condicionando los cultivos en Ponent
El maíz retrocede un 58% en el Canal d’Urgell. El 62% de la tierra se dedica a la cebada en el Algerri-Balaguer
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Los sistemas de riego comenzarán la temporada en las próximas semanas. - LAIA PEDRÓS
La disponibilidad de agua, la garantía de acceso al recurso, ya está condicionando las decisiones de cultivo de los agricultores de regadío de Lleida en pleno proceso de cambio de las condiciones ambientales hacia una mayor demanda por el calentamiento global, que dispara la demanda de las plantas al elevar la temperatura y reducir la lluvia en verano.
Entre 2022, el año previo a la gran sequía, y 2024, el primero de aparente normalidad, la superficie de maíz se ha reducido un 58% (de 20.529 a 8.415 ha) en el Canal d’Urgell, según indican los datos del Mapa de Cultivos de la Generalitat.
“Se ha registrado una significativa pérdida de la superficie” que se concentra en el Canal Principal, más afectado por la escasez y con menos tierras modernizadas que el Auxiliar, donde incluso se ha dado la “excepción del incremento de maíz de segunda cosecha”, explica Ignasi Servià, experto en agua.
“Eso se traduce en una pérdida patrimonial” para los payeses, que optan por cultivos de menor rendimiento económico, advierte, ante el convencimiento de que no van a poder sacar adelante los de mayor demanda de agua, como maíces y forrajes.
“La garantía de agua, unida a la modernización de la red de riego, como en el caso de la comunidad de Bell-lloc, ha permitido registrar una combinación de maíz de ciclo largo y maíz de segunda cosecha”, concluye.
El Urgell fue el más afectado por la grave sequía de 2023. Sin embargo, en el conjunto de Lleida el maíz se ha recuperado recientemente con datos de diciembre en relación al año anterior. En el Algerri-Balaguer han optado en cambio esta campaña por el cultivo de cebada frente al maíz para “asegurarse una buena cosecha” ante posibles restricciones de agua, aseguró el presidente de la comunidad de regantes, Carles Gra, que apuntó que ese cereal ya ocupa 5.000 de las 8.000 hectáreas del área regable, casi dos tercios.
La cebada necesita entre la tercera y la cuarta parte de agua que el maíz: 1.154 m3/ha al año frente a 4.441 en la Noguera y 1.756 por 5.094 en el Pla d’Urgell, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
¿Y sus rendimientos? En condiciones normales, una hectárea de cebada de regadío produce unos 5.000 kilos, y una de maíz en torno a 10.000. El grano de la primera cotiza en torno a 220 euros la tonelada y el del segundo a 233.
Así, la disponibilidad de agua condiciona hasta en un 50% las expectativas de ingresos brutos del payés.
Los canales se apuntan al ahorro con la transición energética
Los principales sistemas de regadío comienzan a explorar la aportación de las energías renovables para abaratar sus costes de bombeo. Así, el Algerri-Balaguer dispone de una planta fotovoltaica en Ivars de Noguera y proyecta otra en Castelló de Farfanya que suman una inversión de 3,1 millones de euros. El Garrigues Sud impulsa otra, la primera flotante de Lleida, en una balsa de Alfés, y el Aragón y Catalunya proyecta una más, de 4,5 ha, en Binaced. Este último sistema ha sido el primero en aplicar un proceso de digitalización con la inclusión de 29 comunidades de base en un Perte y de la comunidad general en otro que suman 4,5 millones financiados con fondos europeos.
A punto de lograr el quinto ‘hidro’ de riego
Las excepcionales reservas de los pantanos del Segre aportan al Canal d’Urgell una garantía de agua equivalente a casi cinco turnos de riego o ‘hidros’, un término acuñado tras la peor sequía, el pasado 2023, desde que arrancó este regadío. La siembra de maíz se está recuperando mientras se culminan las indemnizaciones a los agricultores afectados por la sequía.
Todo listo para regar 14.000 hectáreas
El Segarra-Garrigues abrirá la campaña el 10 de marzo y prevé contar con 42 hm cúbicos de agua para las 14.000 hectáreas que proyectan regar esta campaña. En dos semanas prevén iniciar 4 obras para ampliar el sistema de riego, donde la demanda de los agricultores para sumarse al proyecto va al alza.
A por el segundo llenado de Barasona
La dirección del Canal de Aragón y Catalunya propondrá iniciar en marzo la campaña sin restricciones (y sin separar las zonas) para poder hacer acopio antes de que el deshielo pueda llenar Barasona esta primavera. La campaña requiere un segundo llenado del embalse.
Cinco m3/s para iniciar una campaña estable
Pinyana iniciará la campaña con un suministro de “entre 4 y 5 m3/s”, explicó el presidente de la comunidad, Ramon Piqué, también para hacer acopio antes de que los frutales eleven la demanda. “No va a haber restricciones, tenemos el doble de agua que en 2023”, dijo.
Previsión buena para el inicio de la campaña
El Algerri-Balaguer prevé iniciar la campaña con la máxima dotación, que es de 6.000 metros cúbicos por hectárea al año. El presidente, Carles Gra, apuntó que dado que las reservas “están aseguradas esta campaña”, no habrá problemas para disponer de agua.