TRÁFICO
Los Mossos denuncian a 26 motoristas en treinta controles en Ponent y el Pirineo
Amplio dispositivo ayer de la policía catalana en toda Catalunya para prevenir y reducir la accidentalidad del colectivo. El exceso de velocidad, principal motivo de denuncia, pero también no llevar casco
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Un control de los Mossos ayer en la C-13, en las inmediaciones de Camarasa. - I. GÓMEZ
Los Mossos d’Esquadra desplegaron ayer un amplio dispositivo en toda Catalunya centrado en prevenir las conductas de riesgo y reducir los accidentes de motoristas. Entre las siete de la mañana y las tres del mediodía, la policía catalana organizó controles dinámicos y estáticos en un centenar de tramos viarios con una alta afluencia de circulación de las ocho regiones policiales.
En el marco de este dispositivo llamado Premot, los Mossos organizaron una treintena de controles en las carreteras leridanas y denunciaron a 26 motoristas (21 en la región policial de Ponent y cinco en la del Pirineo). El principal motivo de denuncia fue el exceso de velocidad, pero también se sancionó a algunos conductores por no llevar el casco o no tener la documentación en regla.
Los controles policiales se montaron, principalmente, en las zonas de paso frecuente de estos vehículos en la demarcación: C-13 (Camarasa), C-12 (Àger), C-14, C-233, N-240, la N-145, entre otras. Los agentes prestaron especial atención a las distracciones, conducciones temerarias o negligentes, adelantamientos antirreglamentarios y al cumplimiento de la normativa.
Concretamente, el dispositivo se dirigió principalmente a los motoristas que, tal como se establece en el plan catalán de seguridad viaria, forman parte del “colectivo vulnerable” que “preocupa especialmente” por no haber conseguido la disminución de accidentes y de víctimas graves y mortales, que sí que han experimentado otros colectivos. En este sentido, los Mossos recordaron que en un 48,5% de los accidentes con víctimas mortales del año 2024 estuvo implicada una motocicleta o un ciclomotor.
Las carreteras leridanas han registrado varios accidentes mortales este mes de febrero. Hace tan solo una semana, un joven motorista de 21 años de Andorra perdió la vida en un choque con un turismo en la N-260 en Montferrer y Castellbò, en el Alt Urgell. En este caso, la policía detuvo al conductor del turismo implicado en el accidente mortal. El chófer, que dio negativo en el test de alcohol y drogas, fue imputado por un delito de homicidio por imprudencia grave. Por otra parte, un joven de 23 años de Gimenells y el Pla de la Font murió el pasado 13 de febrero en un accidente de tráfico en la LV-810, y un hombre de 33 años murió en la C-12 en Corbins el día antes.