El bus histórico que una familia de Lleida vendió por Wallapop a Madrid fue palco de los mundiales de motocross
Un Leyland Titan de 1957 que sirvió como tribuna para periodistas internacionales en el circuito El Cluet de Montgai, recuperado ahora por Madrid por 15.000 euros

El bus, restaurado, y en plena función de palco para la prensa
En el mundo de los vehículos clásicos, pocos hallazgos resultan tan sorprendentes como el de un autobús Leyland Titan del año 1957 que ha permanecido oculto durante casi tres décadas en un almacén de Bellpuig (Urgell, Lleida). Este emblemático vehículo de dos pisos, que recorrió las calles de Madrid a mediados del siglo XX, tuvo una segunda vida bien curiosa en el circuito de motocross de Montgai, Lleida, antes de desaparecer del radar público.
La historia de este autobús dio un giro inesperado cuando, en 2023, tres hermanos propietarios del vehículo —que lo habían heredado de su padre, un apasionado por los vehículos históricos— decidieron ponerlo en venta a través de plataformas de segunda mano como Wallapop y Mil Anuncios. Curiosamente, lo anunciaron como candidato ideal para una food truck, sin ser plenamente conscientes del tesoro histórico que poseían.
La fortuna quiso que un trabajador de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid descubriera el anuncio e identificara rápidamente el vehículo como uno de los 50 autobuses Leyland Titan que la empresa adquirió el año 1957. Hasta entonces, sólo se conservaba un ejemplar en el Museo del EMT madrileño, hecho que convertía este hallazgo en una pieza de valor patrimonial.
De tribuna de prensa mundial en pieza de museo
Lo curioso de esta historia, sin embargo, radica en el capítulo catalán de este vehículo. Entre 1966 y 1986, el circuito de motocross El Cluet de Montgai fue escenario de competiciones de alto nivel, incluido el Gran Premio de España de Motocross, puntuable para el Campeonato del Mundo de 125 cc a partir de 1975. Y precisamente allí, el autobús Leyland ejerció una función especial.

El bus, con la prensa adentro, en el circuito de motocross
"Allí estaba la prensa, sobre todo internacional porque eran campeonatos del mundo, que miraban y hacían las conexiones, como pasa en los campos de fútbol que hay un espacio cerrado para los que hacen retransmisiones," explica Jaume Gilabert, alcalde de Montgai. En el exterior del vehículo se podía leer: 'La mejor tribuna de los mundiales' junto con un anuncio de Thomson con el lema 'El campeón del vídeo'.

El autobús, aparcado al lado del la línea de salida
Después de la etapa dorada del circuito, que entró en declive a finales de los años 80, el autobús pasó a formar parte de la colección privada de la familia de Bellpuig, donde ha permanecido inmovilizado entre 25 y 30 años, conservándose sorprendentemente bien a pesar del paso del tiempo.
El retorno a Madrid y el proyecto de restauración
Después de identificar el autobús mediante el número de bastidor y otra serie numérica (684) que lo vinculaban inequívocamente a la flota histórica madrileña, el EMT negoció con los propietarios y acordó comprarlo por 15.000 euros. En junio de 2023, el vehículo fue trasladado a las instalaciones de Fuencarral, en Madrid, donde ha esperado pacientemente su restauración.
Esta semana, el EMT de Madrid ha anunciado la adjudicación de la restauración integral del Leyland Titan OPD2/7 en la empresa Carrocería y Servicios del Autocar SL, con un plazo de ejecución de 18 meses. El objetivo de la empresa municipal no es sólo exhibir el vehículo restaurado, sino recuperarlo hasta el punto que pueda volver a ser completamente operativo en la vía pública, respetando al máximo la apariencia original que tenía cuándo fue dado de alta en la flota el año 1958.
Este proyecto de restauración representa una inversión significativa en la preservación del patrimonio del transporte público español, y convertirá este autobús en una de las pocas unidades de este modelo que se conservan funcionales en toda Europa.
El circuito de Montgai: esplendor y caída de un referente del motocross
El circuito El Cluet de Montgai fue durante dos décadas uno de los principales escenarios del motocross catalán y español. Su época dorada coincidió con los años en qué el Gran Premio de España de la categoría de 125cc se disputaba en este trazado leridano, convirtiéndolo cita obligada para los mejores pilotos mundiales.
Después de un largo periodo de abandono, el año 2008 la asociación Amigos del Motocross intentó recuperar la actividad en el circuito, organizando algunas competiciones y entrenamientos que recordaron, aunque fuera brevemente, los tiempos gloriosos de este trazado. Sin embargo, nunca recuperó la relevancia internacional que había tenido anteriormente.
Paradójicamente, mientras el circuito caía en el olvido, uno de sus elementos más emblemáticos —el autobús que servía de tribuna para la prensa— ha conseguido sobrevivir y ahora está a punto de iniciar una nueva vida como pieza museística en la ciudad donde empezó sus días.