LA SEU D’URGELL
Desafío robótico en EEUU
Seis escolares del instituto La Valira se clasifican para la final de una competición mundial de robótica que se disputará entre abril y mayo en Texas
Las familias ponen en marcha una campaña de micromecenazgo para recaudar los fondos necesarios para poder participar
Seis jóvenes talentos de la robótica y de la programación de La Seu y la comarca del Alt Urgell competirán en la final del Mundial de robótica que se celebrará en Texas, en los Estados Unidos, tras convertirse en los campeones estatales del mayor desafío de robótica del mundo. Son Laia Marcé, Mariona Vázquez, Roc Cazorla, Arlett Maneff, Arnau Vadell y Lohan Gómiz. Son estudiantes de primero de la ESO del INS La Valira de la capital del Alt Urgell y practican su pasión, la robótica, como actividad extraescolar del centro educativo.
Empezaron a trabajar en noviembre de la mano de Angélica Medina, entrenadora del equipo de los Ducks (así se han bautizado ellos mismos). Es formadora de Loopa, empresa especializada en educación tecnológica de Andorra que las familias han contratado a través de la Asociación de Familias de Alumnos del instituto. Algunos de ellos se dedican a la robótica desde muy pequeños, como Laia. “Disfruto trabajando en equipo”, explica. Para otros, como Lohan, es su primer contacto con esta actividad. Explica que “la sensación de controlar un robot y de construirlo me atrajo mucho”. El más nervioso el día de la competición fue Arnau, que “en ningún momento” pensó que ganarían, recuerda. La mitad del equipo son exalumnos de la escuela Albert Vives de La Seu. Las familias, por su parte, destacan el impulso del centro por la formación en robótica. “Ha tenido mucho que ver en que nuestros hijos hayan llegado hasta aquí”, afirman. El reto que trabajaron para la competición estatal de Palafrugell, donde ganaron la plaza para Texas, consistió en que el robot Jessie, creado por ellos, debía recoger piezas de diferentes colores y colocarlas en tres cestas repartidas por la pista. Compitieron en equipo y de manera individual.
La competición mundial, la VEX Robotics competition, tendrá lugar del 25 de abril al 3 de mayo y participarán 800 equipos de más de 50 países. La entrenadora explicó que “queda trabajo por hacer para que el robot sea más competitivo” y, sobretodo, “para conseguir financiación”. Las familias calculan que necesitan unos 25.000 euros para costear, entre otras cosas, la inscripción en la competición, que ya supone unos 2.000 euros. Buscan el apoyo de instituciones y empresas y esta misma semana inician una campaña de micromecenazgo.Explican que llegar a la final ha supuesto hacer frente al alto coste de esta actividad educativa, tanto a nivel de material como de expertos para impartir formación. Destacan también la dificultad de encontrar recursos de aprendizaje en ciencia y tecnología en un entorno rural como el del Pirineo.