LA SEU D’URGELL
Tributo a la escuela rural con un documental rodado entre el Alt Urgell y la Cerdanya
Una joven pedagoga de La Seu estrena 'A l'obaga', un cortometraje sobre la problemática de la supervivencia de estos centros en zonas rurales derivada de la despoblación
Rodada entre el Alt Urgell y la Cerdanya, se reproducirá en pueblos donde los colegios han desaparecido
El Pirineo cuenta desde el viernes pasado con un nuevo cortometraje que aborda las problemáticas de la despoblación y la supervivencia de las escuelas rurales. Lo hace a través de una cinta de veinte minutos de duración con una historia de ficción que quiere reflejar una realidad presente en diferentes zonas del territorio. Se llama A l’Obaga y se ha rodado en escenarios reales del Alt Urgell y de la Cerdanya por Agnès Aràjol, joven pedagoga de La Seu, y producida por ‘La Capsa Studio’.
Los protagonistas son Núria, Nil y Pau, una familia de un pueblo pequeño del Pirineo que se afronta al cierre de la escuela por falta de alumnos. A partir de este argumento de ficción, que se puede trasladar a la realidad actual de algunos pueblos de montaña, el Pirineo reivindica también la actual problemática de la pérdida de recursos y de la despoblación. Aràjol, vecina de La Seu pero con raíces familiares en Arfa y Organyà, explica que el cortometraje es su trabajo final del grado de Pedagogía que ha estudiado y que le sirve como “mi homenaje personal” a la escuela rural. “Me he dado cuenta de que en el sector educativo se están inventando muchos proyectos sobre cómo mejorar el sistema pero la esencia es siempre la de la escuela rural”.
En A l’Obaga participan una veintena de actores amateurs, entre ellos, profesores de oficio y aficionados al teatro. La cinta se rodó el pasado mes de mayo “en tiempo exprés”, en tan solo 5 días, recuerda Aràjol. Utilizaron escenarios como la escuela Ridolaina de Montellà, el Ateneu de La Seu, ubicaciones de Anserall, de Alàs y de Calvinyà. La música corre a cargo de Arnau Obiols y la aranesa Alidé Sans.
El rodaje, que ha supuesto una inversión de unos 6.000 euros, ha contado con la ayuda de instituciones públicas y empresas privadas. Han colaborado el Institut per al Desenvolupament de l’Alt Pirineu i Aran (Idapa), el consell comarcal del Alt Urgell y el ayuntamiento de Montferrer i Castellbò. Después del estreno más institucional en La Seu d’Urgell, el cortometraje participará en festivales de cine y viajará “por todos los pueblos donde la escuela rural ha desaparecido y por los aquellos en que está a punto de hacerlo”, explicó la impulsora.