La Barnahus del Alt Pirineu i Aran tendrá las instalaciones definitivas en la Seu d'Urgell
El Ayuntamiento cede un terreno para este recurso después de poner en funcionamiento el servicio en un espacio provisional
Una sala de juegos de uno de los nuevos Barnahus de Barcelona.
La Generalitat da un paso más en la implantación por todo el país del modelo Barnahus de atención a niños y adolescentes víctimas de la violencia sexual con la aprobación este martes de la cesión por parte del consistorio de la Seu d'Urgell de unos terrenos para ubicar las instalaciones definitivas de este servicio en el Alt Pirineu i Aran. Se trata de una finca de 990 metros cuadrados situada en la Horta del Valira. Derechos Sociales prevé que la construcción y la adecuación de las nuevas instalaciones estén terminadas en el 2026. Para llevar a cabo las obras, el Departamento invertirá 1,4 millones de euros del fondo Next Generation EU. En febrero se inauguró la Barnahus en el mismo municipio pero en un espacio provisional.
Desde que se puso en funcionamiento, el equipo profesional ha estado recibiendo formación y la semana empezó a atender cinco casos de niños y adolescentes que han sufrido abusos sexuales y sus familias.
El despliegue de la red Barnahus empezó el año 2020 con una prueba piloto en Tarragona. Los buenos resultados de la experiencia han empujado al Govern a extender este modelo por todo país. En este sentido, este año se han activado servicios en Badalona, Barcelona, Gerona, Granollers, Lleida, Manresa, Mataró, la Seu d'Urgell, Terrassa, Tortosa y Vilanova i la Geltrú. Próximamente también se pondrá en marcha la Barnahus del Prat de Llobregat.
Barnahus, la casa de las niñas y los niños, es un proyecto del Gobierno que implica varias conselleries. El principal impulsor es el Departamento de Derechos Sociales – mediante la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia – en coordinación con Salud, Educación, Interior, Justicia e Igualdad y Feminismos, además de la Fiscalía y la Judicatura.
El centro tiene el aspecto de un hogar para que los niños y sus familias lo reconozcan como un espacio amigable que proporciona seguridad y confianza. Trabaja a tiempo completo un equipo psicosocial y, además, hay otros profesionales que se desplazan cuando hace falta o que se conectan por videoconferencia para evitar que la víctima y su familia sean los que tengan que recorrer a las diferentes instancias que intervienen en estos procesos: comisaría, juzgado, servicio de infancia y centro médico, entre otros.
Los objetivos principales son procurar que los niños y adolescentes se vinculen a un binomio profesional, habitualmente formado por un psicólogo o psicóloga y un trabajador social, que se encargan del desarrollo y la recuperación de las víctimas y de acompañar a sus familias en este proceso. De la otra, minimizar la contaminación del testimonio y garantizar las mejores condiciones por si el equipo de asesoramiento técnico penal recibe el encargo de llevar a cabo una entrevista forense para la prueba preconstituida o declaración judicial.
